Se trata de una chapa identificativa que contiene un código de respuesta rápida (QR) que contiene los datos de contacto del portador. Este sistema discreto permite que cualquiera que tenga un lector de este tipo de códigos (la mayoría ya dispone de esta aplicación en sus teléfonos móviles) pueda identificar a una persona que tenga dificultades para orientarse, expresarse o, en el peor de los casos, se haya caído por perder el conocimiento.
Es la primera vez que se usa este dispositivo en la comarca de La Ribera con este fin. Se ha utilizado con niños para que no se pierdan en la playa, pero esta es la primera vez que se impulsa para el uso de personas mayores que están en la primera fase de enfermedades cognitivas degenerativas.
Estas chapas son una forma moderna de las identificaciones metálicas de siempre, como las del ejército. La ventaja es que a los códigos QR se pueden añadir mucha información que puede ser vital y que con solo acercar un teléfono a se puede saber, por ejemplo, si nos encontramos con un anciano que se ha caído en la calle y tiene este código, podremos saber si tiene diagnóstico de alzhéimer, si tiene una enfermedad crónica, si es alérgico a algún medicamento…, además de su dirección, persona de contacto… Todo esto, que se puede averiguar en el primer momento, puede ser de vital importancia en los casos en que intervenir cuanto antes es la clave.
Enlaces