Se trata de detectar la violencia desde el primer momento, y evitar casos extremos como el que ocurrió en Campello, Alicante, en febrero, en el que un hombre de 86 años asesinó a su mujer de 78.
Para atajar estos casos, se formará a los trabajadores de los centros residenciales, de manera que tengan herramientas que les permitan identificar factores de riesgo, señales y dar pautas de intervención en caso de violencia machista.
Otro objetivo de la propuesta es conocer la situación real de este problema en las personas mayores de 64 años de la comunidad.
En el año 2015, 9 mujeres mayores de 64 años murieron víctimas de violencia machista, en el 2016 fueron 4 y en estos primeros meses ya hay 3 mujeres mayores de 64 años en esta terrible lista. Los agresores siguen el mismo patrón de edad, en 2015 y 2016, 6 maltratadores de más de 64 años asesinaron a sus parejas y este año son cuatro, que corresponden a las víctimas señaladas.
Esperamos que este protocolo se apruebe con rapidez, que se sumen medidas de concienciación social y que otras comunidades también asuman medidas que ayuden a detectar y combatir estos terribles delitos.