El grupo investigador también pertenece al Centro de Investigación
Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), una
iniciativa del Instituto de Salud Carlos III para mejorar en la lucha contras
las enfermedades neurodegenerativas y neurológicas. También ha colaborado la
Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la
Comunitat Valenciana (FISABIO) e investigadores clínicos del Hospital Sant Pau
de Barcelona, del Hospital Clínic de Barcelona y los doctores Blennow y
Zetterberg (University of Gothenburg, Suecia), referentes mundiales para la
investigación de biomarcadores del alzhéimer.
En la actualidad, a pesar de la investigación constante, no se ha podido desarrollar ningún fármaco que frene el avance de la enfermedad y, según los especialistas, eso es porque se llegar tarde: cuando ya los daños son irreparables. Para desarrollar fármacos eficaces se debe detectar la enfermedad antes de que empiece a provocar daños en el cerebro, por lo que el reto es tener biomarcadores que alerten incluso años de que se produzcan los primeros síntomas.
La investigación de UMH parte del péptido beta-amiloide, que se supone causante de la enfermedad y es detectable en el líquido cefalorraquídeo, pero incide en la necesidad de otros biomarcadores adicionales para poder realizar un diagnóstico precoz, en este caso, en otros fragmentos de la proteína precursora del amiloide (APP) que se generan en paralelo al más conocido beta-amiloide.
El desarrollo del estudio es prolijo y se puede consultar en el artículo citado en http://www.nature.com/articles/s41598-017-02841-7.
Con todas las cautelas y con toda la esperanza, nos solemos hacer eco enInforesidencias de estos avances científicos que con seguridad ayudarán a lospacientes futuros de esta terrible enfermedad, a sus cuidadores y tendrá repercusión en los residencias geriátricas, centros de día y apoyo a las personas y familias afectadas.