Las residencias geriátricas, también conocidas como "de ancianos" o "para personas mayores", están convirtiéndose en una necesidad creciente para muchas personas. Aunque los nombres sugieren que están destinadas únicamente a personas mayores, ¿es esto siempre cierto?
Para responder a esta pregunta, debemos primero preguntarnos: ¿Quién es considerado mayor? ¿Es mayor toda persona que haya superado los 65 años? La respuesta no es sencilla. A medida que la esperanza de vida aumenta, también lo hace la capacidad de las personas para mantenerse activas e independientes durante más tiempo. Hoy en día, una persona de 70 años tiene muy poco en común con alguien de la misma edad hace varias décadas. Si alguien llamara "anciano" a una persona de 60 años, nos parecería una broma, cuando hace unas décadas esto era común.
Por lo general, la edad mínima es de 65 años. Sin embargo, algunas comunidades autónomas permiten el ingreso de personas menores de 60 años en residencias para mayores, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos. En la práctica, la mayoría de las personas que ingresan en una residencia en España lo hacen con más de 80 años (la edad promedio de ingreso es de 82 años). Aunque la edad no es el factor decisivo, la dependencia sí lo es.
Por lo general, la edad mínima es de 65 años. Sin embargo, algunas comunidades autónomas permiten el ingreso de personas menores de 60 años en residencias para mayores, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos. En la práctica, la mayoría de las personas que ingresan en una residencia en España lo hacen con más de 80 años (la edad promedio de ingreso es de 82 años). Aunque la edad no es el factor decisivo, la dependencia sí lo es.
La mejor manera de empezar es buscando en internet. Un buen buscador y comparador de residencias en línea es el de Inforesidencias, que proporciona el indicador de transparencia de cada residencia. También puedes realizar una búsqueda proactiva, en la que rellenas un formulario y las residencias contactan contigo.
Es un hecho que todos preferimos vivir en nuestra propia casa, y las personas mayores no son una excepción. Además, si necesitan cuidados, prefieren que estos sean proporcionados por un familiar. Hoy en día, existen varios servicios que permiten a las personas mayores vivir en su hogar el mayor tiempo posible (teleasistencia, atención domiciliaria, centros de día, etc.). Por lo tanto, una residencia geriátrica no es simplemente un lugar para personas mayores, sino para quienes necesitan ayuda diaria y no pueden recibirla en su propio hogar.
Así, las residencias no son centros para personas mayores, sino "centros para personas dependientes que, además, son mayores".
Si estás interesado en acceder a una residencia para personas mayores pública, dependerá en gran medida de si puedes beneficiarte de la Ley de Dependencia y de cómo se aplica en tu comunidad autónoma. Para obtener más información, puede ser útil consultar: