Infecciones de vías respiratorias en las personas adultas mayores, un peligro al acecho
Hacerse mayor no solo es un tema de perder cierta o toda la autonomía, sino también de que el cuerpo y todos los sistemas que lo componen se debilitan, se hacen frailes y eso conlleva a más enfermedades e infecciones de todo tipo.
Uno de los grandes males en los ancianos son las enfermedades de las vías respiratorias, la neumonía es una de las tres primeras causas de muerte y la razón por la cual muchos adultos mayores tiene que ser hospitalizados de los cuales alrededor de 10% termina en cuidados paliativos y con pronostico reservado debido a las complicaciones que se presentan.
La neumonía es una infección del parénquima pulmonar que puede estar producida por diversas especies bacterianas, entre las que podemos mencionar a los micoplasmas, clamidias y rickettsias; virus, hongos y parásitos, la Neumonía como tal no es una enfermedad única sino un grupo de infecciones específicas y cada una con su epidemiología, el inconveniente de estas infecciones es que cuando la persona de la tercera edad asiste al médico geriatra para el tratamiento no se puede esperar a los estudios de laboratorio ya que los hemocultivos requieren semanas para confirmar el tipo de bacteria y ante una situación de emergencia el geriatra a veces tiene que dar un tratamiento basándose en el contexto en el que se adquirió la infección y la presentación clínica entre otros.
La ocupación del adulto mayor, si existen antecedentes de viajes, la exposición a animales, mascotas, si está hospitalizado, si vive en una residencia geriátrica, si asiste al centro de día o si por alguna razón estuvo en contacto con alguna persona infectada, permite son datos importantes para la conocer la batería que está provocando la infección. Otro factor importante es la estación del año y la zona geográfica, en invierno es cuando más casos de infecciones de vías respiratorias se presentan.
La edad es un factor de riesgo, en las personas adulta mayores es más frecuente las infecciones y probablemente tendrán un peor pronóstico debido a una menor defensa inmunológica, la disminución del reflejo de la tos, la disfagia, la incapacidad para expulsar el moco o las flemas, los fumadores también son más propensos, las personas con insuficiencia renal o hepática, los diabéticos, personas con problemas de alcoholismo y con insuficiencia cardiaca y un deficiente estado nutricional,
Una persona mayor que sufra de alguna enfermedad respiratoria y tenga que elegir una residencia de ancianos, debería considerar la opción de encontrar una residencia en una zona en la que las condiciones climatológicas sean especialmente favorables.,
Las manifestaciones de la neumonía generalmente son tos, respiración superficial, fiebre y en algunos casos dolor torácico, sin embargo en el anciano es posible que solo presente decaimiento, deterioro funcional, síndrome confusional o quejas inespecíficas.
Los cuidados no solo deben ser en el tratamiento con antibiótico, sino también no exponerse al aire frío, evitar los aires acondicionados, estar en espacios ventilados y con luz de día, una alimentación adecuada en la cual deben evitarse alimentos que no generen regurgitación o ácidez estomacal, el nutricionista debe evaluar el estado de salud general de la persona y a partir de allí proporcionar la alimentación más adecuada en cuanto a textura, ya que en las personas de la tercera edad es frecuente la falta de una o más piezas dentales o prótesis completas, consumo de agua suficiente, evitar el tabaco y el alcohol y aplicarse la vacuna. Además de la higiene bucal ya sea que la misma persona se haga la limpieza o la auxiliar o enfermera cuiden de su higiene bucal, una postura adecuad para evitar los atragantamientos y las microaspiraciones.
Ninguna medida se debe descartar ante la presencia de una enfermedad de vías respiratorias en los adultos mayores ya que de ello depende su pronta recuperación.
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