La sordera puede generar aislamiento en personas mayores

Sordera, presbiacusia e hipoacusia durante la tercera edad


Con el envejecimiento vienen algunos problemas de salud que si bien no son enfermedades si afectan a la vida diaria de la persona adulta mayor, un mal son la sordera o las deficiencias auditivas. Las deficiencias auditivas son la pérdida de audición gradual  de la capacidad de oír, alrededor de una de cada tres personas de 65 años a 74 años tienen algún nivel de pérdida de audición o sordera. Según datos del INE en España la sordera la padecen alrededor de un millón de personas de las cuales el 72 %  tiene Cara de hombre mayor sordomás de 65 años. La presbiacusia es la pérdida de audición de forma lenta durante el proceso de envejecimiento de allí que es lo más frecuente en las personas adultas mayores.
 

La sordera como factor de aislamiento en ancianos

 
Los problemas a los que se puede enfrentar las persona de la tercera edad son aislarse por no poder escuchar o seguir una conversación, no salir de sus domicilio por miedo a perderse, no escuchar las alarmas, no asistir a eventos sociales o familiares por no poder escuchar, en las residencias geriátricas o en los centros de día las auxiliares, médicos y enfermeras deben estar atentos a las necesidades de estos adultos mayores ya que en un momento dado pueden aislarse o quedarse solos y tener conflictos con sus compañeros y compañeras por no entender lo que se habla o por contestar de forma no adecuada, además del problema que se puedan presentar ante el peligro de no escuchar las alarmas de fuego o incendios.
 
Aunque actualmente existen muchos tipos de audífonos no todos los adultos mayores les agrada traerlo, por ello los profesionales de la salud y la labor de la familia y de los psicólogos para el convencimiento de la importancia de utilizar estos aparatos. Otras opciones son los implantes clocleares y la lectora de labios , Los profesionales de la gerontología y las familias o personas que conviven con personas adultas mayores deben dirigirse a ellos viendo a los ojos y hablar lento para que a los ancianos les de tiempo de leer los labios y no se sientan excluidos de los espacios ni conversaciones. 
 

Buscar residencias geriátricas para personas sordas

 
Cuando hay que encontrar una residencia de tercera edad o un centro de día para personas mayores para alguien que sufre de sordera hay que dedicar un tiempo adicional al proceso de búsqueda y selección ya que es conveniente que la residencia esté especialmente preparada para acoger a alguien con esa necesidad.