A fin de prevenir los contagios de la covid-19 en las residencias de la tercera edad andaluzas, la Junta ha decidido cambiar las hasta ahora habituales pruebas PCR por test de antígenos, las cuales permiten agilizar la detección del virus.
La detección precoz de la SARS-CoV-2 es fundamental en los centros residenciales para personas mayores, dado que el contacto con una persona que haya dado positivo, bien sea residente, trabajador o familiar, puede dar lugar a una infección masiva en todo el complejo geriátrico.

Desde hace una semana, la Administración andaluza ha sustituido las tan habituales pruebas PCR por los test de antígenos.
La ventaja principal, además de la eficacia, es la rapidez con la que se puede obtener el resultado del análisis: en apenas quince minutos y sin la necesidad de acudir a ningún laboratorio.
El uso de las PCR estará limitado a una sospecha alta del contagio de la covid-19, ya sea porque los síntomas lo indican o por motivos epidemiológicos, es decir, contacto prologado y de riesgo con un paciente positivo. También se indicará la realización de la prueba molecular si han pasado más de cinco días desde el inicio de los síntomas, ya que las pruebas de antígenos pierden fiabilidad a partir de esa fecha.
Aun así, no hay que bajar la guardia, pues aunque pueda parecer que la letalidad del virus ha descendido, el coronavirus no discrimina de edades ni comprende ninguna patología. Con el objetivo de reducir al máximo los posibles contagios, las residencias de la tercera edad se esfuerzan al máximo por seguir las estrictas normas de sanidad e higiene.
Confiemos en que esta nueva medida permita mantener la calidad de vida de los residentes de los centros geriátricos y mantenerlos protegidos de las nefastas consecuencias para la salud que tiene esta epidemia especialmente para los más mayores.