En la inauguración, el presidente de la Fundación Ageing
Lab, Alfonso Cruz, destacó la presentación de más de 200 comunicaciones en
distintos formatos y las «sinergias para que las instituciones, los profesionales,
los investigadores, los mayores y las empresas seamos capaces de coordinar
nuestros esfuerzos para conseguir la calidad». Cruz hizo hincapié en la
internacionalidad y multidisciplinaridad de este congreso. La clave, dijo, «es
la prevención de la dependencia y la promoción de la autonomía, con el objetivo
de que las personas vivan el mayor tiempo posible y con la mejor calidad de
vida».
La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, consideró que el encuentro supone una «magnífica oportunidad» para poner el foco en la prevención y en la promoción de la autonomía personal en la atención del envejecimiento y la dependencia. Los estudios y las estadísticas apuntan a la pérdida en España de más de medio millón de habitantes en los próximos quince años, de seguir las tendencias actuales.
El presidente de la Diputación Provincial de Jaén y presidente de honor del Congreso, Francisco Reyes, se refirió a que frente a quienes califican inviable el sistema público de dependencia, «en Jaén y en la Diputación creemos en su viabilidad porque es clave para atender a personas con necesidades en un determinado momento, y porque tiene un valor añadido que es la creación de empleo en los 97 municipios de la provincia» y subrayó el hecho de «que Jaén se convierta durante dos días en territorio de reflexión sobre elenvejecimiento y la dependencia es una buena noticia para esta provincia, con un congreso que nace con vocación de continuidad y que cuenta con magníficos especialistas en un tema que preocupa y que también ocupa a mucha gente en este país».
Durante la mañana, tuvieron lugar las dos primeras ponencias del Congreso. Por un lado, la finlandesa Sari Ranta, experta en Gerontología y Salud Pública, abordó la «Situación social y económica del Envejecimiento en el Siglo XXI. La inversión social actual». Durante su alocución destacó que las políticas de envejecimiento en Finlandia van encaminadas a mantener la salud y la autonomía funcional de los mayores, promoviendo la independencia y la participación activa en la sociedad. Sari Ranta, que ha hecho una comparativa con la atención a las personas mayores en Finlandia y en España, señaló que una manera de promover el bienestar en edades avanzadas es desarrollar la formación en esas personas que trabajan en el campo del envejecimiento.
La segunda ponencia fue ofrecida por Jean Carles March, director de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y Sebastiá Santaeugènia, director de Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.
Jean Carles March se refirió durante a «la dignidad, generosidad, afectividad, complejidad, hiperconectividad, volatilidad, incertidumbre, globalización y cambio social que supone la promoción de la salud». El poder de conocimiento «no es de los profesionales, nace de cualquier sitio» y destacó la importancia de la participación. Insistió en la importancia de «ser activo, de la necesidad de tener mayor calidad relacional» y que «los pacientes, también los mayores, son un recurso infrautilizado con un potencial tremendo porque pueden aportar mucho, hay que hacerlos partícipes».
Santaeugènia destacó la importancia de que las personas mayores tengan la máxima salud posible durante el máximo tiempo posible y que las enfermedades aparezcan lo más tarde posible. Para ello hay que trabajar desde la prevención y también desde la atención. Si no se hace esto, advirtió, «el sistema está en situación de riesgo porque no se orienta a la realidad y al futuro ya que bajamos a duplicar el porcentaje de personas mayores de 65 años».
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