Con esta medida se espera conseguir por una parte reducir el número de
ingresos hospitalarios y, por otra, aliviar la presión asistencial de los
centros de salud, que son adonde se dirigen estos pacientes en la actualidad.
El cambio demográfico, como es natural, ha afectado de manera significativa a los servicios sanitarios del área. Así, se ha incrementado los casos crónicos, de pluripatologías y el número de consultas. Con este plan se pretende integrar servicios y personalizar más la atención. El nuevo geriatra está ya visitando las residencias para hacer un censo de los pacientes más delicados, unos 4000, a los que se dedicará en exclusiva y en la misma residencia en la que se aloja. Una enfermera gestionará la coordinación de la atención médica del resto.
Además de las visitas y coordinación, se activarán varios protocolos de actuación para trabajar en la prevención de a caídas, úlceras por presión, broncoaspiración, infecciones y enfermedades respiratorias crónicas. Se pretende que con estos protocolos y la asistencia in situ los centros de salud más próximos a las residencias geriátricas tengan menos presión asistencias, a la vez que se optimizan recursos y se reducen los ingresos hospitalarios al controlar mejor la salud de los pacientes y mejorar la coordinación entre profesionales. Si el programa obtiene los resultados esperados, el propósito es ampliarlo a las personas mayores dependientes que viven en sus domicilios.
A finales del mes de mayo se hará un primer seguimiento y evaluación de los resultados. Estaremos atentos en Inforesidencias a este interesante programa que aumenta y optimiza la asistencia sanitaria en las residencias y que supone un aumento en la calidad de vida de los mayores dependientes.