En la comarca oriental el año acabó con 20 personas mayores en la lista, lo que supone un 35 % menos que al final de 2016. Por otra parte, dos de los trece centros residenciales del área VI cierran el año con vacantes y suman entre los dos 30 plazas sin ocupar tanto en centros públicos como concertados. Esta situación se explica por la ampliación de plazas en 2017 que se van cubriendo de manera paulatina, de hecho, 14 personas mayores ya han tramitado la solicitud de ingreso.
En la zona, 2017 fue un año en el que se creó un número significativo de plazas residenciales, de las cuales 286 son públicas y 211 concertadas, que suman 497, a las que hay que añadir otras 110 plazas que son de gestión únicamente privada.
En lo que va de legislatura, el Gobierno del Principado ha creado 538 plazas residenciales y 58 diurnas de las 800 comprometidas antes de que finalice el mandato en 2019.
En cuanto a atención psicogeriátrica para personas con problemas mentales o trastornos graves de conducta, en 2016 había 4 personas en la lista de espera y en 2017 solo una.
Asturias, es la provincia con mayor tasa de envejecimiento del Estado. Es además una tendencia que lleva muchos años sin que se den factores que aumenten el número de nacimientos, la inmigración, o detengan la emigración de los más jóvenes. De hecho, para 2050, se prevé que 4 de cada 10 asturianos sean mayores de 65 años, casi la mitad de la población.
Además de incentivar los nacimientos y ofrecer oportunidades laborales para lo jóvenes, es prioritario dotar de los servicios que ya demanda una población mayor en aumento: políticas de envejecimiento activo, recursos sociosanitarios y planes para el futuro.