Los problemas con Moima empezaron en 2015, cuando comenzó a incumplir con el pago de los salarios a las trabajadoras. Ante esta situación, en febrero de este año el Consistorio anunció la suspensión del contrato con esta empresa y la convocatoria de un nuevo concurso para el servicio de ayuda a domicilio. Mientras la adjudicación se ejecutaba, no sin retraso, Moima siguió prestando el servicio, aunque de manera muy deficiente.
El 4 de julio, las propias empleadas la falta de material de trabajo y la
ausencia de los responsables de la empresa ante sus requerimiento, por lo que
desde ese día suspendían por su parte la prestación del servicio. Una semana
después, la empresa comunicó al Ayuntamiento por burofax que dejaba de prestar
el servicio.
Desde Asuntos Sociales se reconoce la gravedad de la situación y se comprende el enfado de los usuarios y familias, para quienes esperar una semana, si están en cama o no se pueden mover para asearse, es insostenible. Se culpa de la situación a Moima, a quien se tardó más de una semana en que se lograra que su dueño se aviniera a reunirse con el consistorio, y que se comprometió a abonar el 80 % de los salarios que adeudaba a las trabajadoras y a continuar el servicio, hasta la entrada de la nueva empresa, anulando el contenido del burofax. Sin embargo, nada de esto se ha producido y el dueño ha vuelto a desaparecer. Ante esta situación, se van a emprender acciones legales contra él por haber abandonado el servicio con el consiguiente perjuicio a los usuarios.
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