Cantabria relaja las restricciones en los centros para la tercera edad

El Gobierno de Cantabria ha eliminado y flexibilizado algunas de las restricciones impuestas en las residencias de mayores y otros centros de servicios sociales. Esta información se dio a conocer primero por Pablo Zuloaga, el vicepresidente regional, en una rueda de prensa, y más tarde se comunicó de manera oficial en la resolución de la Consejería de Empleo y Políticas Sociales que apareció en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).

El vicepresidente explicó que el motivo de esta decisión era que la situación pandémica se ha estabilizado y la existencia de casos positivos entre los usuarios de estos centros es casi inexistente, sobre todo desde que estos recibieron la tercera dosis de la vacuna contra la covid.

Actualmente ningún residente de los centros para la tercera edad se encuentra contagiado, aunque sí hay dos casos positivos en los de discapacidad, concretamente en el CAD San Juan de San Felices de Buelna, que se vio afectado por un brote.

Zuloaga recordó también que Cantabria ha sido la comunidad autónoma con menor tasa de letalidad en las residencias, así como una de las que menos impedimentos y restricciones impusieron en cuanto a visitas de familiares. Por ejemplo, las visitas a las residencias solo estuvieron prohibidas en la comunidad entre marzo y mayo de 2020, a diferencia de otras comunidades donde esto duró más de un año.

En cualquier caso, todavía se mantendrán algunas de las restricciones, aunque otras han dejado de estar en vigor recientemente gracias a la elevada tasa de vacunación entre la población general y en particular entre la población mayor, con discapacidad o dependencia, que ya se encuentra vacunada casi en su totalidad.

La nueva resolución hace que sea posible una mayor interacción social entre las residencias y elimina las restricciones en los centros de día y los centros sociales. También se ha acabado con la división en grupos para el uso de los espacios y las actividades y los seres queridos lo tendrán más sencillo para realizar visitas. Además, se han suprimido las restricciones en cuanto a las salidas de los centros. Por último, uno de los grandes cambios es que las mascarillas dejarán de ser obligatorias para los usuarios de las residencias, pero su uso sigue requiriéndose para los empleados y visitantes.