Es una discapacidad que no se aprecia a simple vista y
que afecta de manera intensa a la capacidad de comunicación y las relaciones
sociales. Así, las dificultades de comprensión son una barrera que aumenta en
la medida que los interlocutores no son conscientes de que la persona que
tienen delante no les escucha con nitidez o no les entiende.
En la residencia para mayores SARquavitae Stella Maris, en el paseo de Pereda en Santander, se ha trabajado para adaptar las instalaciones a las personas con discapacidad auditiva, trabajando de forma conjunta con la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria y con la empresa Audifonorte.
El centro SARquavitae Stella Maris cuenta con una oferta de 96 plazas y una plantilla de 56 trabajadores. Su adaptación ha sido a nivel estructural, instalando emisores inalámbricos conectados a la red eléctrica en salas, habitaciones, comedores, pasillos y zonas comunes y con avisadores lumínicos conectados a la alarma sonora. Los residentes sordos disponen consigo un receptor individual que recoge las señales de los dispositivos fijos y les avisa cuando sea necesario, para una alarma, una visita, una actividad…
A nivel de personal se ha formado a gran parte de los profesionales en la lengua de signos, para de esta manera favorecer una comunicación fluida entre ellos y los residentes sordos o que presentan problemas de audición.
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