Según el último Dictamen del Observatorio Estatal para la Dependencia,
presentado a inicios de este año y realizado por la Asociación Nacional de
directoras y gerentes de Servicios Sociales, Castilla y León es la comunidad
autónoma que mejor gestiona la dependencia en España. Su calificación es de
9,30 sobre 10 y su lista de espera es residual, un 1,4 % frente a la media
nacional que se sitúa en el 19,2 % y que contrasta con comunidades como
Cataluña, que tiene una lista que supera al 32 %. Castilla y León son un
ejemplo de gestión de la ley en el que el 80 % de las personas mayores de 80
años disponen de una plaza residencial con financiación pública.
Además, en una comunidad con fuerte despoblación por emigración económica, el Sistema de Atención a la Dependencia genera ya más de 30 289 puestos de trabajo directos. De hecho, es la comunidad con más capacidad para generar empleo en el campo de la dependencia, con 52 empleos por cada millón de euros invertido.
La gestión de los recursos sociosanitarios es clave para el bienestar de las personas mayores. Las tasas de cobertura, a pesar del alto índice de envejecimiento, en las prestaciones en Castilla y León demuestran que se pueden llevar a cabo políticas y acciones de manera eficaz y generando recursos y empleos.