Estas conclusiones se deducen del informe que se realiza en los 28 países de la Unión Europea, que en la región ha tenido su reflejo en el llamado Índice de Envejecimiento Activo de Castilla y León. El informe analizan cuatro dimensiones (para personas a partir de 55 años) que agrupan 22 indicadores con un peso porcentual cada una de ellas: empleo (35 %), participación social (35 %), vida independiente, saludable y seguro (10 %) y capacidad y entornos apropiados (20 %).
En cuanto a la participación de las personas mayores en la sociedad, en Castilla y León el índice es de 27,6, frente al 18 de la UE y el 16,2 de España. Con respecto a la posibilidad de llevar a cabo una vida independiente, saludable y segura, la Comunidad presenta un 75,4, frente al 71,6 y 71,9. La capacidad y los entornos apropiados obtienen un 61,2 de la región (56,9 la Unión Europea y 57,8 España).
Todas las provincias están por encima de las medias nacional y europea. La primera es Soria (42,5) y siguen por orden Segovia (41,4), Burgos (40,9), Valladolid (39,9) y Ávila (39,7), Salamanca (39,4), Palencia y Zamora (39,1) y León (37,9).
Donde se ven más diferencias, aunque se sigan superando los índices nacionales y europeos, es cuando se tiene en cuenta el tamaño de los municipios. Se constata que hay más de cuatro puntos de diferencia entre el índice de las localidades de más de 10 000 habitantes (40,9) y el de aquellas que están por debajo de los 500 (36,1), además se quedan por debajo de la media regional de 39,1 puntos los municipios de 501 a .000 habitantes (38,8) y de 1000 a 5000 (38,3), mientras que de 5000 a 10 000 están por encima (40,2). Esto significa que hay más posibilidades de envejecimiento activo en los núcleos mayores de población y de acceso a servicios como residencias para la tercera edad, consultas de geriatría, etc.