Una vez a la semana se respira ambiente a incienso en Geriatros Decanos Ávila. En otras ocasiones, se escuchan risas o música relajante. El resultado tras estos estímulos siempre es el mismo: una sensación de bienestar generalizado entre los residentes que participan en la Terapia de Estimulación Emocional, una actuación que potencia los sentimientos positivos y las relaciones sociales.
Tres profesionales de Geriatros Decanos Ávila se formaron en esta terapiapara desarrollarla en la residencia, donde la psicóloga, Carmen Arévalo, asegura que se percibieron los buenos resultados «desde la primera sesión». Después de tres años aplicándolo, el programa es un éxito. «La clave se encuentra en que empleamos la única terapia no farmacológica que trabaja específicamente con los estados de ánimo y que a su vez permite estimular a pacientes con demencias leves, deterioro cognitivo y depresión», detalla Arévalo.
¿Cómo se desarrolla la actuación? A través de dinámicas en las que se trabaja la reminiscencia, evocando situaciones que incitan hasta 34 emocionesdistintas: desde adecuar un ambiente con olores, música, texturas que los residentes puedan tocar... hasta ejercicios en los que la relación social cobra protagonismo.
«Mayores que antes no interactuaban ahora disfrutan de conversaciones, por lo que ampliamos el círculo afectivo de cada uno de ellos» explica la psicóloga. La aplicación de esta terapia exige un conocimiento profundo de cada persona que participa, «pues las sensaciones solo se despiertan mediante un estímulo muy personal, por ello no solo hay que conocer la técnica, también a los residentes: sus gustos, ilusiones, añoranzas y frustraciones», indica.
Más información sobre esta terapia en:http://www.mariawolff.org/presentacion-investigacion-e-innovacion/t2e.