Interesante cambio de intereses de los mayores de Valladolid

05/02/2019

Los nuevos jubilados están cambiando la manera de ver a la tercera edad. Muchas de las personas que están entre los 60 y 65 años, no se identifican en absoluto con la imagen que se tiene de personas mayores en centros con mesas de partidas de cartas y bailes con pasodobles.

Las generaciones que ahora están llegando a la tercera edad han vivido de una manera muy distinta a la de sus padres y los intereses y perspectivas son también muy diferentes. La población mayor que viene navega por internet, ha viajado, ha tenido oportunidades de formación.  
El cambio de hecho, ya se está dando. En los centros de mayores de Valladolid o en las aulas de cultura de la Diputación en los municipios de la provincia se está notando el cambio, pues son las propias personas mayores las que demandan actividades y que se ofrecen para gestionar e impartir conocimiento.
 Los nuevos hombres y mujeres mayores
 
En este sentido, el Ayuntamiento, que gestiona una docena de centros de mayores, ha variado el reglamento para que la participación sea mayor. Desde los centros se constata la evolución de las personas mayores, en los años 90, había un alto grado de analfabetismo funcional y se iba a a jugar a las cartas, tomar un café, las mujeres, los hombres un vino y socializar un poco. Sin embargo, ahora el nivel cultural ha cambiado, hombres y mujeres han trabajado y visten y se relacionan de otra manera y sus inquietudes son distintas, por lo que las demandas de cursos y actividades culturales han aumentado de manera notable.
 
 
En las aulas de la Diputación también se ha notado el cambio de mentalidad. Antes las mujeres iban a hacer manualidades, costura o aprender recetas, ahora demandan actividades culturales, incluidos viajes, conciertos o cursos de historia y literatura. Hay centros en los que se imparten hasta 40 talleres variados entre los que se encuentran con gran éxito los de yoga, inglés o informática. En los pueblos también se nota el cambio. En las aulas y casa de cultura se ha  pasado de ir a leer y escribir a tratar temas de actualidad.  
 

La Diputación cuenta con 239 grupos de sus aulas de cultura en 169 municipios de los 225 de la provincia. Para impartir las clases están 23 profesores que enseñan filosofía u organizan talleres de escritura creativa en los que se escribe poesía, microrrelatos e incluso microrrelatos en inglés.     

 
Los centros son núcleos de socialización. Las personas que participan en los talleres se integran en los grupos y consiguen beneficios tanto emocionales como intelectuales y físicos.
 
 
El cambio se está dando de manera acelerada en las mujeres. Los hombres siguen más con las cartas y el café, aunque ellos también están cambiando y se apuntan sobre todo a inglés e informática.

El cambio es imparable y, dentro de poco, también se notará en las residencias geriátricas, que tendrán que adaptar sus actividades a las nuevas generaciones.


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