La Navidad supone para las personas con alzhéimer y
sus familias una época con frecuencia difícil, pues se unen las
transformaciones de la rutina, que afectan a los enfermos, a los sentimientos
de pérdida de sus cuidadores que se manifiestan con más intensidad.
Para que enfermos y cuidadores pasen unas felices
fiestas y celebren la Navidad, la Fundación Pasqual
Maragall ha elaborado una lista de
recomendaciones.
Si se celebran las fiestas en familia:
- Es muy recomendable poner en antecedentes a los familiares y
amigos: informarles de cuál es el estado actual del enfermo y
facilitarles unas pautas básicas para que actúen con él con naturalidad y sin
temor. Es recomendable también explicar a los familiares y amigos que se dirijan al enfermo uno por uno y de manera tranquila.
- Debe implicarse a los niños en las
celebraciones y propiciar que se relacionen con el enfermo con normalidad.
- Para evitar
situaciones de demasiado estrés, se aconseja adecuar y tener disponible un espacio donde la persona con alzhéimer se
pueda retirar si necesita descansar o prefiere estar sola, así como
tener una actividad preparada a la que esté acostumbrada y que la mantenga
calmada.
- El cuidador debe intentar relajarse y
disfrutar también de las fiestas. Para hacerlo hay que
propiciar que otros familiares y amigos también estén pendientes del
enfermo, así como pedir su ayuda para llevar a cabo los
preparativos de las celebraciones.
- Si existe
alguna tradición familiar en la celebración se
recomienda mantenerla. Cantar villancicos tradicionales, por ejemplo, puede
incidir en los efectos terapéuticos que puede tener la música en los
enfermos de alzhéimer.
- Ante un
comportamiento inapropiado del enfermo en la mesa, se aconseja intentar distraerlo y derivar su atención hacia
alguna otra cosa.
Si estamos solos en casa durante la Navidad, se
recomienda:
- Adornar la
casa, poner el árbol de Navidad con luces o montar el belén, y pedir al enfermo que ayude y participe.
Del mismo modo, se recomienda que, una vez acabadas las fiestas, se retiren los
adornos para no crear confusión en el enfermo.
- Preparar platos típicos de Navidad y poner la mesa de manera especial, así como comprar turrones, dulces
típicos de esta época y hacer un brindis con cava.
Pero la recomendación principal afrontar las
fiestas navideñas con positivismo,
aprovechando la oportunidad de introducir algunos cambios que hagan que estos
días sean especiales. Hay que
vivir el momento presente y hacerlo con alegría. Si familiares y
cuidadores disfrutan de las fiestas, será más fácil que la persona con
alzhéimer también lo haga.
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