Uno de estos avances es el conseguido por investigadores del Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC), de la Fundación Pasqual Maragall. Su trabajo se ha centrado en una de las proteínas causantes del alzhéimer, la beta amiloide, y han logrado identificar el umbral más bajo a partir del cual se empieza a acumular en el cerebro de forma patológica. La acumulación en el cerebro de placas de proteína beta amiloide es una de las lesiones neurodegenerativas más características del alzhéimer.
Para realizar el estudio se ha contado con 205 personas sin alteraciones cognitivas del Estudio Alfa, proyecto que impulsa La Caixa, con edades entre los 45 y los 75 años, y 311 participantes del estudio Alzheimer’s Disease Neuroimaging Initiative (ADNI) que incluye personas entre los 55 y 90 años cognitivamente sanas y personas en diferentes fases de la enfermedad de Alzheimer.
El hecho de establecer un umbral más bajo de detección de la proteína permitirá detectar la enfermedad en una fase muy incipiente. Las placas de proteína beta amiloide se pueden empezar a acumular hasta 20 años antes del inicio de los síntomas clínicos de la enfermedad, y aunque tenerlas no implica necesariamente desarrollar demencia, sí aumenta exponencialmente el riesgo de entrar en la fase clínica de la misma.
Gracias a este descubrimiento, las personas que presenten esta alteración podrán participar de manera muy temprana en programas de prevención, por lo que su pronóstico de deterioro cognitivo y funcional mejoraría. Se trata en definitiva de limitar en la medida de lo posible una enfermedad devastadora para los enfermos y sus familias, que provoca una gran dependencia en las personas mayores y que obliga a aumentar los recursos en centros especializados con centros de día o residencias geriátricas con unidades específicas.
Las conclusiones del trabajo se han publicado en la revista Alzheimer’s Research and Therapy.