Maravilloso proyecto la Fundación Pasqual Maragall que aúna música, personas con alzhéimer y jóvenes

16/05/2018

Es una evidencia el poder que tiene la música para rescatar emociones en las personas con alzhéimer. Recogemos una interesante y excelente experiencia de la Fundación Pasqual Maragall que une generaciones.

La premisa es que la música ayuda a las personas con alzhéimer a reconectar con experiencias del pasado y mejora tanto su vida como la de sus familiares y cuidadores.  Con este punto de partida, el BarcelonaBeta Brain Research Center, el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha impulsado el proyecto «Life Soundtrack, la banda sonora de mi vida». Se trata de una iniciativa conjunta con la Escuela La Salut de Sabadell, la Fundación AVAN y el Grupo de Investigación en Tecnología Musical de la Universitat Pompeu Fabra.

Cuidar enfermos de AlzheimerCon el objetivo de estudiar los beneficios que aporta escuchar música a las personas con deterioro cognitivo, el proyecto ha juntado a un grupo de estudiantes de secundaria y personas afectadas de alzhéimer. A lo largo del curso académico, los adolescentes estuvieron trabajando el diseño de una intervención para medir sus efectos en el estado emocional y conductual de los pacientes.

El proyecto no solo ha contribuido a mejorar el bienestar de las personas afectadas por demencia y su entorno, sino que también ha sido valioso para despertar en los estudiantes vocaciones científicas y sociales y sensibilizarlos en problemáticas o realidades que les pueden parecer lejanas.

Como comenta el Dr. José Luís Molinuevo, director científico de la Fundación Pasqual Maragall e impulsor de la iniciativa, «la música beneficia a las personas con deterioro cognitivo y además, es un instrumento perfecto para unir generaciones, propiciando interacciones enriquecedoras y emocionalmente positivas para todas las partes, tal y como ha quedado confirmado en este proyecto».

La idea inicial surgió del documental «Alive Inside» (2014), del director Michael Rossatto-Bennet, que mostraba el efecto revitalizador de la música en personas afectadas por demencia. En el proyecto «Life Soundtrack, la banda sonora de mi vida», un grupo de 11 estudiantes de primero de bachillerato de la escuela La Salut de Sabadell han sido los encargados de conducir una investigación, que se ha convertido en su proyecto de investigación del curso. En la iniciativa han participado 16 personas afectadas de alzhéimer, usuarios del centro de Sabadell de la Fundación AVAN.

Para emprender el proyecto, la Fundación Pasqual Maragall se encargó de proporcionar a los estudiantes la información, el asesoramiento y la formación necesarias para llevar a cabo una investigación científica, acompañándolos durante todas las etapas del proceso.

Los adolescentes hicieron una primera toma de contacto con las personas participantes del centro de día AVAN para recoger datos biográficos, como el lugar de nacimiento o la profesión, y rellenar un cuestionario de anamnesis musical para obtener información relevante sobre los contextos musicales de su vida, la presencia o ausencia de educación musical y las preferencias musicales. Por otro lado, los estudiantes diseñaron cuestionarios para evaluar el estado anímico y conductual de los pacientes antes y después de la intervención.

Con la información recopilada por los estudiantes, el Grupo de Investigación en Tecnología Musical de la Universitat Pompeu Fabra aplicó tecnologías de recomendación musical para crear bandas sonoras personalizadas, adaptadas y relevantes para cada uno de los participantes.

Durante diversas sesiones, y acompañados por profesionales de la Fundación Pasqual Maragall y de la Fundación AVAN, los estudiantes observaron y valoraron el efecto que la lista de canciones escogida tenía sobre cada una de las personas afectadas. Mientras los participantes escuchaban las canciones, los jóvenes investigadores anotaban sus reacciones. Si querían cantar o levantarse y bailar, eran libres de hacerlo. Los alumnos también determinaron si las posibles mejoras en el bienestar eran percibidas por los profesionales del centro y por los cuidadores y familiares. 

El diseño de un plan de comunicación para concienciar sobre la enfermedad y dar a conocer la iniciativa en su entorno fue el propósito del trabajo de investigación de otras dos alumnas. Con estos objetivos activaron y dinamizaron un perfil del proyecto en Facebook, organizaron sesiones lúdico-educativas para los alumnos, padres y abuelos de la escuela, concertaron y realizaron entrevistas a medios de comunicación local y midieron el impacto que estas acciones habían generado.

El proyecto se cerró con un emotivo acto donde participaron los alumnos, los pacientes y sus familiares para explicar el desarrollo del trabajo y compartir la experiencia vivida.

¿Te ha parecido interesante este contenido?