Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), unos 112 000 hogares en Extremadura son unipersonales, de los que en 48 000 viven personas mayores de 65 años, de los cuales el 70 % son mujeres.
Para abordar el problema y encontrar soluciones, expertos en gerontología y geriatría impartieron los días 19 y 20 en Cáceres el curso «Soledad en las personas mayores», patrocinado por La Caixa y el Servicio Extremeño para la Promoción de la Autonomía Personal y la Dependencia (Sepad), en el Palacio de la Generala. Al curso asistieron 90 profesionales, investigadores, organizaciones del tercer sector y estudiantes universitarios, entre otros.
En el curso se ha señalado que desde el Gobierno central se está planificando una estrategia nacional para luchar contra las consecuencias de la soledad no elegida, que provoca muertes prematuras y una pérdida de autonomía personal, pues se produce un abandono de las actividades instrumentales de la vida diaria, como hacer de comer, comprar o cuidar de la higiene, el aspecto y la salud.
También el hecho de tener que trasladarse a vivir a una residencia geriátrica supone un desgaste emocional. En ocasiones es la solución inevitable debido al nivel de dependencia, pero, el cambio supone en muchas ocasiones que la persona no vive donde quiere, sino donde puede o debe y esto genera temores, ansiedad, incertidumbre, etc. Además de un cambio de entorno que puede aislar más.