Tras las denuncias,
y tras llegar a los últimos días de verano, la Xunta reconoce que las
vacaciones estivales suponen una merma en la plantilla laboral de las
residencias de mayores dependientes, porque no se contemplan contrataciones que
cubran los periodos de descanso del personal.
El conselleiro de Política Social, José
Manuel Rey Varela, lo ha reconocido tras las denuncias de UGT sobre el aumento
de la sobrecarga y el estrés que sufren las trabajadoras de estos centros,
aunque precisa que el ratio de atención establecida por la ley se cumple y que
los turnos son adecuados.
También desde la
Conselleria se señala el acuerdo que se firmó en el mes de enero con los
sindicatos que señala el personal de los centros de dependientes no trabajarán
más de cinco días consecutivos, frente a los siete que se trabajaban hasta ese
momento.
Sin embargo, debemos
hacer notar que las denuncias sobre la falta de personal de sustitución, lo que
lleva a los trabajadores que quedan en los centros a un exceso de labores,
sobreesfuerzo, estrés y falta de descanso, han sido muchas este verano,
llegando a señalarse casos muy preocupantes como que una sola auxiliar de
enfermería atienda a 44 residentes por planta en el turno de noche o dos
enfermeras para ocuparse de 290 personas en un mismo turno en residencias como la de Oleiros.
En cuanto a los turnos de la mañana,
estos se cubren con cuatro o cinco auxiliares por planta y entre dos y tres
enfermeras cubren la tarde. También limpiadoras y camareras se ven afectadas
por esta situación.
A estos preocupantes datos se añade
que el porcentaje de bajas médicas en los centros pertenecientes a la Xunta se
ha incrementado en los últimos tres años un 80 %, según datos de UGT.
Según este sindicato hay una falta
de previsión de la Consellería de Política social, titular de estos centros,
porque no contrata suficiente personal para cubrir bajas y vacaciones.
Nos parece muy preocupante esta
situación que se repite con periodicidad. La solución es, como siempre,
sencilla si se desea de verdad solucionar: tener delante la previsión de las
bajas y vacaciones y contratar al personal necesario. No hacerlo indica una
mala gestión repetida año tras años y una falta de provisión de fondos para
contratación de personal que, se supone, se hará para que cuadren las cuentas.
El problema es que las personas
mayores no se van de vacaciones de golpe, ni sus necesidades disminuyen cuando
hay menos personal. También está demostrado o que los trabajadores
sobrecargados y estresados tienen una mayor tasa de petición de bajas. No
querer verlo es hacer una mala política social que no contempla la calidad de
vida y considera a las personas como meros números receptores de un servicio
que puede aumentar o disminuir en función de los presupuestos, no de la
realidad que se vive.
Dado que es un problema recurrente,
instamos a la Xunta y a cuanta administración del Estado se vea en esta
circunstancia, a que considere que el personal tiene derecho a descansos y bajas,las personas atendidas a unos servicios de calidad continuados y que la
solución reside en contratar personal en periodos vacacionales o cuando ocurren
bajas. No es un problema nuevo y ya es hora se solucionarlo y que desde estas
páginas no se tenga que denunciar más.
Quizás una vía para solucionar el problema sería utilizar la transparencia. Al igual que muchas residencias geriátricas privadas comparten en Inforesidencias.com datos como su ratio de personal o quién forma parte de su equipo interdisciplinar y obtienen un nivel de transparencia, estaría muy bien que también las residencias de mayores públicas lo hiciesen.
Enlace de interés: Estas son las residencias de tercera edad gallegas más transparentes