Según el Ministerio de Sanidad, en Galicia el pasado se incorporaron 6269
personas al sistema de dependencia. Con ellas, en la comunidad hay 67 195
personas con derecho a prestación. Esta prestación la reciben 55 300, y de
éstas 20 251 (el 31,76 %) su prestación consiste en ayuda a
domicilio. Los otros servicios son el 6,38 % tiene teleasistencia, el 6,71
% recibe prevención y promoción de la autonomía personal, el 20,55 ayuda para
cuidados familiares y el 10,8 prestaciones económicas vinculadas al servicio deresidencia.
Para las nuevas atenciones, según su informe de 2017, la Asociación de Directores Sociales, el servicio de ayuda a domicilio monopoliza el 50 % y la mitad restante se ha centrado en servicios de bajo coste. Aunque se incrementado el número beneficiarios, en servicios de mayor coste, como la atención residencial, ni siquiera se ha mantenido la tasa de reposición del año anterior, pues, a pesar de la gran carencia, se cerró el ejercicio con 78 plazas residenciales menos.
Para ver la incidencia que tiene esta política, basta con ver que mientras en el resto del estado la media de concesión de atención domiciliaria es de un 16,9 %, en Galicia es del 31,7 %. En cuanto a plazas residenciales, está en el 12,7 %, por debajo de la media de 13,24 % del resto de comunidades.
En este último observatorio de la dependencia, se da el dato de que Galicia contribuye con 252 millones a los costes de la dependencia en su territorio, un 75 % del gasto público, y la Administración General del Estado, por 84 millones, el 25 %. En cuanto al empleo, el sistema genera en torno a los 15 200 puestos de trabajo estables y no deslocalizables. Según cálculos de la Asociación, si el Gobierno central no hubiese aplicado recortes económicos desde 2012, se hubieran podido atender este año a 5946 personas con dependencia y se habrían creado y 1555 nuevos empleos.