Incendio y desalojo en la residencia de ancianos de Fisterra
Queda demostrado de nuevo que cuando una residencia geriátrica es el escenario de un suceso las posibilidades de que los medios de comunicación se hagan eco del mismo se incrementa considerablemente.
Sin duda, el incendo de la residencia de tercera edad en Zaragoza en el que murieron a principios de verano ocho residentes alcanzó las primeras páginas por méritos propios, pero ahora vemos que un incendio en las instalaciones de la residencia de ancianos Centro Social Nosa Señora do Carme, de titularidad privada y con capacidad para quince plazas, de Fisterra obligó en la madrugada del 3 de agosto al desalojo de todos sus usuarios, sin que se produjesen víctimas entre ellos.
O sea, que, en realidad, todo quedó en un susto.
Quizás porque es verano y los medios de comunicación tienen menos noticias, leyendo en uno y otro lugar hemos reconstruido el detalle de lo que sucedió:
Los evacuados fueron los quince ancianos residentes, cuatro menores que estudian y viven en el centro, una auxiliar de guardia y la directora. El fuego se cree que comenzó en la capilla, que ha quedado destrozada, pero el resto de las dependencias se salvaron en su mayor parte. Tras la llamada al 112, acudieron cinco voluntarios de Protección Civil de Cee con vehículo contraincendios, Protección Civil de Fisterra, tres vehículos de los bomberos de Cee, una patrulla conjunta de la Guardia Civil de Camariñas y Muxía, vecinos y tres ambulancias. Los trabajos tuvieron que hacerse por las ventanas y una pequeña terraza.
Tres de los ingresados, con movilidad reducida, fueron trasladados al hospital de Cee por precaución Las instalaciones apenas ha sufrido daños gracias a las puertas antiincendios, por lo que a los dos días los residentes pudieron regresar al centro, incluidos los tres que fueron trasladado por precaución al hospital de Cee. La directora de las instalaciones, Pilar Traba Domínguez, explicó que el personal adoptó esta decisión al constar que el hogar residencial apenas sufrió daños derivados del fuego: dispone de puestas antifuego que impidieron que las llamas llegasen a donde estaban los residentes. La dirección ha iniciado el balance para proceder a la reparación y ha constatado los departamentos que han sufrido más daños, que también quiso salir al paso de algunos comentarios sobre la situación en la que se encuentra el inmueble de unas presuntas deudas impagadas por la entidad.
Por su parte, el alcalde de Fisterra, José Marcote Suárez, apuntó que el Concello dentro de sus posibilidades ayudará a la entidad social en «todo aquilo que precise». Lo importantes es que la residencia poco ha poco va recuperando la normalidad y que los usuarios han podido regresar a su hogar.
Sorprende que un hacho que, perfectamente podría haber pasado como una anécdota haya alcanzado tanta repercusión y haya sido descrito con tanto detalle. Lo cierto es que las
residencias geriátrica de Galicia tienen unos estándares de calidad homologables tanto en lo referido a atención como a medidas contra incendios.