Les ha ocurrido que alguien mayor adoptó y al cabo de un año quiso devolver el animal porque encontrarse enfermo para cuidarlo. En el refugio de animales de Santiago se sigue un protocolo idéntico para todas las edades. Las adopciones solo pueden ser realizadas por mayores de edad, y no señala de edad máxima. Para iniciar el proceso de adopción, es necesario mantener una entrevista con el adoptante con el objetivo de comprobar que este está seguro de que asumirá la responsabilidad y no abandonará al animal. Lo habitual es adaptar la mascota a las personas, es decir, se busca que el perro o el gato sean el adecuado para cada persona.
Por ejemplo, no se entregaría un perro de grandes dimensiones a una persona que no vaya a poder con él. Cuando el adoptante es una persona de avanzada edad, se intenta que haya otra persona de la familia que, en caso de enfermedad, incapacidad o fallecimiento se quede con el perro.
Sin embargo, si se cumplen estos requisitos, el proceso de adopción puede continuar.
Son muchos los beneficios que se derivan de convivir con mascotas. Por eso, son muchas lasresidencias geriátricas que realizan una adopción de perros y gatos dóciles para que convivan con los ancianos en el centro geriátrico.