Los mayores de las residencias de las islas Baleares alivian los protocolos ante la COVID-19

26/04/2022

Tras más de dos años de pandemia, la vida en las residencias y centros para la tercera edad en las islas Baleares empieza a normalizarse. Los protocolos para controlar posibles brotes todavía impiden la libre circulación para acotar sectores en el interior de los centros. Los residentes contagiados deben permanece en sus habitaciones al menor durante cinco días desde el diagnóstico, aunque no tengan síntomas. 

Sin embargo, el relajamiento en las visitas de familiares, a los que no se les exige el certificado COVID desde febrero, y la posibilidad de salir de los centros han mitigado las consecuencias del aislamiento. Este provocó graves secuelas en las personas, tanto en aspectos físicos al reducir la actividad, como emocionales y en deterioro cognitivo. De hecho, en las islas se ha registrado una mayor mortalidad no solo por la COVID-19, sino por el agravamiento de patologías y el aumento de la soledad durante la pandemia. 

Aún se registran brotes en los centros, a pesar de las precauciones. Si bien tras la vacunación la posibilidad de desarrollar síntomas graves se reduce drásticamente y se han evitado hospitalizaciones.

Como en el resto de comunidades, la mascarilla continuará siendo obligatoria en espacios como los hospitales, centros de día, servicios de prevención, centros de atención a la dependencia y similares, así como autobuses, trenes y taxis.

El número de casos de coronavirus confirmados desde que estalló la pandemia se acerca en Baleares a los 275 000. El 86,6 % de la población mayor de 4 años ha recibido la pauta completa y alrededor de la mitad han recibido la dosis de refuerzo.

Para más información sobre centros para mayores en las islas Baleares hacer clic aquí.

 

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