En la atención a las personas mayores, aumentan en 67 las plazas de convenio en residencias y centros: 5 plazas de residencias en Campos y 13 en Ferreries, y 20 de centros de día en Marratxí, 10 en Felanitx, 15 en Muro y 4 en Ciutadella. También se reservan las partidas que se planificaron para continuar la construcción de las residencias de Marratxí, Palma, Maó, es Castell y Formentera, y los centros de día de Porreres y Calvià, así como para continuar las obras de mejora de Es Pinaret.
Según los Indicadores de Estructura de la Población
del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de Baleares ha envejecido cerca de
siete años en las últimas cuatro décadas. La edad media en 2019 es de 41,48 años, un 0,39 %
más que en 2018, que era de 41,32 años. Estos datos arrojan una proporción de
personas de más de 65 años del 15,82 %, cuando en 2018 era del 15,72%. En
1979, las personas mayores de 65 años eran 12,29% de la población balear. La baja
natalidad, 1,3 hijos por mujer, es la causa principal del envejecimiento en las
islas, que se une al aumento de la esperanza de vida.
Además, según la Encuesta Continua de Hogares del INE, 20 400 personas mayores de 80 años vivían solas en Baleares el pasado 2018, casi el doble que hace cinco años antes, de las cuales la mayoría son mujeres. En Palma, el 26 % de las personas mayores viven solas, de las que más de la mitad superan los 75 años y tres de cada cuatro son mujeres. Esta soledad provoca riesgo de aislamiento y desatención.
Por otra parte, siete de cada diez personas mayores de Baleares piensan que su situación es mala o regular y un alto porcentaje ellos necesitaayudas de familiares o externas (de instituciones como Cáritas, por ejemplo) para llegar a fin de mes. Las pensiones en las islas están lastradas por salarios bajos y que el turismo propicia cotizaciones de temporada, en vez de anuales, lo que repercute en la prestación que se recibe al terminar la vida laboral.