Según la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Menorca, la mayoría de las personas mayores que están solas prefiere vivir en su casa. A este deseo se une la larga lista de espera que hay en la isla para acceder a una residencia geriátrica debido a la escasez de plazas.
Menorca también se une a la nueva sociedad, con mayor esperanza de vida, menor natalidad, aumento de familias monoparentales y las trabas que pone el ritmo de vida y los trabajos para poder asumir el cuidado en el hogar de las personas mayores de la familia.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en municipios de más de 20 000 habitantes en 2017, se las 12 ciudades de Baleares, Ciudadela y Mahón están en la media del ranking de personas que viven solas. Santa Eulària des Riu (Ibiza) es el municipio con mayor número, un 33,1 % y el de menor Marratxí (Mallorca) con un 15,2 %.
Las personas que viven solas son principalmente de dos franjas de edad: entre los 30 y 40 años es una y a partir de los 70 la otra. La estructura familiar a cambiado radicalmente y la red familiar que hacía que los abuelos acabaran viviendo en casa de los hijos ya no es algo que se pueda organizar de manera sencilla en muchos casos.
Estos interesantes datos deben verse como una tendencia, aunque habría que discernir qué porcentaje de las personas mayores que viven solas o hacen porque esa es su decisión, y qué porcentaje está abocado a vivir solo porque no tiene red familiar, recursos suficientes para costearse una residencia geriátrica o, simplemente, no hay plaza.