El impuesto supone el cobro de una tasa diaria por pernoctación a los visitantes mayores de 16 años. La tasa se aplicará en los establecimientos reglados y supondrá entre 0,25 y 2 euros.
La intención de este impuesto al visitante es compensar el impacto del
turismo en el medio ambiente y en los servicios públicos, además de promover un
modelo de desarrollo social y ecológicamente sostenible. En este sentido, la
recaudación se dedicará a la protección de la naturaleza, al fomento de la
desestacionalización, la promoción y el desarrollo de infraestructuras
turísticas, a la recuperación de patrimonio cultural, al desarrollo de
proyectos de investigación y desarrollo, a la mejora de la formación de los
trabajadores del turismo y a inversiones en equipamientos sociales y
sanitarios.
Este último punto, el de equipamientos sociales y sanitarios redunda directamente en las personas mayores de las islas. Actualmente Baleares tiene una lista de espera para acceder a una plaza residencial de mayores de 800 personas, de manera que las 250 plazas que se prevé adjudicar este año que empieza son claramente insuficientes.
La consellera de Asuntos Sociales y Cooperación ha declarado que de la parte de la recaudación que se destinará a servicios sociales una inversión prioritaria será la que se destinará a la construcción de residencias para personas mayores en situación de dependencia.
Enlace de interés:
Residencias de tercera edad en Mallorca