Para la UDP de La Rioja (UDP), se ha producido «una cadena de negligencias, principalmente, en los meses de marzo, abril y mayo» que, a pesar de lo ocurrido, «no se han paliado en los meses de junio, julio o lo que llevamos de agosto».
Según la UDP de la Rioja, siete de cada diez fallecidos por covid-19 eran usuarios de una residencia. Por eso, hace una petición a los familiares para que controlen las salidas y posteriores visitas a los abuelos, para no tener «sillas vacías» en Navidad.
Se trata de una apelación a la responsabilidad, tanto individual como de las administraciones para proteger a las personas que viven en residencias ante los rebrotes o una eventual segunda ola de la pandemia.
La UPD de la Rioja recuerda que «ya se tenían que haber elaborado leyes para aumentar el número de profesionales sanitarios en función de la cantidad de residentes». Por todo ello, y ante el riesgo que supone para las personas mayores una nueva oleada de la enfermedad, pide extremar las medidas para proteger un colectivo «diezmado y en muchas ocasiones con la pena de no haberles podido dedicar una sonrisa, cuando no una caricia, antes de abandonarnos».