Interesante estudio en Murcia sobre los motivos de ingreso en las residencias para mayores

03/01/2017

El equipo de Atención Primaria del Centro de Salud de Calasparra ha presentado en el 38 congreso nacional de la Sociedad Española de Médicos Rurales y Generalistas, celebrado en Santiago de Compostela y promovido por SEMERGEN (Sociedad Médicos de Atención Primaria), un interesante estudio que analiza la realidad de las personas que viven en residencias geriátricas. El trabajo se expondrá también en otros foros de encuentro profesionales en Copenhague y Praga.

SemergenEn el estudio se señala «la existencia de una problemática social que condiciona a la persona para vivir en su domicilio es el motivo fundamental para el ingreso en una residencia geriátrica, muy por encima de la patología neuropsiquiátrica y de una situación de dependencia física».

El ingreso puede ser, indistintamente, en un centro público o privado, y el motivo mayoritario es por causas social (48,75 % frente a 24,6 % de dependencia física o 25,8 % de enfermedad neuropsiquiátrica).

El estudio se realizó con casi 600 entrevistas a personas residentes en centros geriátricos de Murcia como Cieza, Calasparra, Altorreal (Molina) y Puente Tocinos, además de Redován en la provincia de Alicante, en las que se combinó establecimientos públicos y privados y zonas rurales y urbanas.

Otros aspectos fueron el género, la edad, la estancia media, el estado civil, si se tienen hijos, los motivos del ingreso, el modo de financiación, el grado de dependencia y si existen patologías asociadas. Otro aspecto que se tiene en cuenta es la necesidad de pañales o de psicofármacos.

Las conclusiones son significativas y dan muchas pistas para la futura planificación de los servicios sociosanitarios. Por ejemplo, es muy llamativa la diferencia de género: que la mujer es más autónoma que el hombre, de hecho, ingresa más tarde, (probablemente por su tradicional vinculación a tareas domésticas), pero al retrasar el ingreso, presenta mayor porcentaje que los varones en la cuanto a deterioro cognitivo, con especial incidencia en alzhéimer.

Otro aspecto es que la edad de ingreso en una residencia «va aumentando con el tiempo, en relación con el aumento de esperanza y de la calidad de vida que ha ido experimentando la población».

El motivo de ingreso no interfiere en la duración media de la estancia y las personas mayores que lo hacen por motivo social tienen menos hijos y suelen ser divorciados o solteros.

Con estos datos, el perfil del residente medio es una mujer (63 %), con 82 años de edad que lleva cuatro institucionalizado. Mayoritariamente la situación es de viudedad (51,21 %), siguen los solteros con 25,8 %, los casados con 14,6 % y, por último, están los divorciados que son el 8,3 %. No tiene hijos o solo uno.

Los residentes con deterioro cognitivo con el 55,88 %, de ellos un 22,93 % tienen alzhéimer, un 12,72 % han sufrido un ictus y el 34 % algún tipo de trastorno psiquiátrico. Además, casi el 60 % presenta una dependencia severa total, más del 70 % usan pañales y el 75 %, psicofármacos.

Felicitamos a los autores de este interesante y útil estudio.

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