Tras decretar el estado de alarma en la nación a causa de la pandemia de coronavirus, los treinta y dos trabajadores decidieron confinarse juntos con las personas mayores que allí viven, a fin de prevenir el contagio y ofrecer la asistencia médica necesaria. Responsables del centro han aclarado que en la residencia se han habilitado distintos apartamentos, que estaban disponibles, para que el equipo residencial pueda descansar y llevar el aislamiento de forma segura.
Los noventa residentes, algunos ya nonagenarios, agradecen todos los esfuerzos que los trabajadores están haciendo al dejar a sus familias en sus casas. La dirección ha determinado que todos los días debe fumigarse el recinto tanto por fuera como por dentro.
Para evitar que el ánimo decaiga, se organizan distintas actividades, algunas muy creativas, para amenizar la cuarentena: por ejemplo, el karaoke ha sido una de las actividades estrellas. Los animadores han publicado distintos vídeos y fotografías en las que exhiben pancartas y corazones, recordándoles que cada día el fin de esta pandemia está más cerca, y también el retorno a la normalidad.
De momento, en el centro residencial no se ha detectado ningún caso de coronavirus; en caso de detectarse, se pondrá en marcha el protocolo para tal caso, el cual incluye el aislamiento, el tratamiento y el seguimiento de la persona mayor (al igual que el traslado a un centro hospitalario en caso de necesidad).