La investigación partió de conocer cuál es la representación mental y emocional de estos profesionales hacia la demencia y la autoeficacia percibida de su trabajo, es decir, qué conocen (representación mental) y sienten (representación emocional) sobre esta enfermedad y sobre la atención a las personas que la padecen y cómo perciben su propia capacitación a la hora de atender a estas personas (autoeficacia). El objetivo era cruzar estas dos variables con su grado de satisfacción profesional, para tratar de detectar qué elementos pueden influir de forma más destacada en esta satisfacción.
La investigación, que fue aprobada previamente por el Comité Ético de la
Universidad, se llevó a cabo a través de cuestionarios a 273 profesionales de
22 residencias de la compañía, obteniendo una tasa de respuesta del 60,8 %. Esta
muestra permitió realizar análisis descriptivos y de asociación de variables,
de componentes principales y ecuaciones estructurales para calcular el efecto y
las relaciones entre la representación mental cognitiva y emocional de lademencia, la autoeficiencia y la satisfacción laboral.
Su atención y cuidado recae así en los profesionales de estos centros, que en su gran mayoría tienen un alto componente vocacional y que, en su día a día, pueden verse sometidos a muchas situaciones de estrés emocional. Para estos profesionales la satisfacción con el trabajo que desempeñan es fundamental y tiene implicaciones directas sobre la calidad del mismo, por lo que desde las residencias se debe tener muy en cuenta este factor en las políticas de recursos humanos que lleven a cabo.
La investigación ha permitido detectar que tanto la representación mental/cognitiva como la autoeficacia percibida de su trabajo son elementos muy importantes en la satisfacción de estos profesionales. Así, aquellos que se sienten más capacitados suelen estar más satisfechos, lo mismo que aquellos que aseguran tener mayores conocimientos sobre la demencia y la atención a las personas que la padecen, lo que incide en la importancia de la formación (tanto inicial como continuada) a la hora de aumentar la satisfacción profesional.
Sobre la representación emocional, es decir, cómo afrontan emocionalmente el tener que tratar diariamente con estos enfermos, se aprecia que aquellos profesionales con una mayor positividad emocional y empatía a la hora de enfrentarse a la demencia presentan mayores grados de satisfacción. A la inversa, se puede concluir que aquellos profesionales con menor capacidad de afrontar emocionalmente la enfermedad se ven más afectados por su trabajo, lo que redunda en menores índices de satisfacción. Esta conclusión viene a reforzar la importancia de cuidar emocionalmente a los cuidadores para que ellos, a su vez, puedan ofrecer el mejor cuidado a los usuarios.