Durante el pasado Foro de Servicios Sociales organizado por la Diputación de Barcelona tuvimos la oportunidad de conocer de cerca este interesante proyecto que ya lleva 6 años en marcha y que impulasa la Fundación Julià Reig en el Principado de Andorra. La iniciativa consiste en cederle durante un espacio de tiempo establecido a un mayor un pedazo de tierra para que se ocupe de su cultivo, un horticultor se encarga de asesorarles y orientarles siempre que lo precisen. Según nos manifestaron miembros un consisterio andorrano, el éxito del programa es rotundo y hay una enorme demanda de esta peculiar actividad que aporta numerosos beneficios al mayor.
El proyecto "Huertos y Personas Mayores" se inició en el año 2001 esta diriguido a las personas mayores del Principado de Andorra con el objetivo de promover la mejora y la calidad de vida mediante una actividad realizada en el entorno natural. Esta iniciativa social e innovada ya es una realidad en otros países de Europa como Holanda, de América como y también se lleva a cabo en algunos enclaves de Cataluña.
Puede cultivar uno de estos huertos cualquier persona, hombre o mujer, mayor de 65 años, residente en el Principado de Andorra, tanto si tiene experiencia en el cultivo de un huerto como si no tiene y quiere aprender. Un horticultor se ocupa de dar orientación a las personas que lo deseen.
Los beneficios son muchos y muy variados: respirar aire puro, hacer ejercicio, estar en contacto con la naturaleza, conocer a otras personas, la satisfacción de traerse a casa productos de primerísima calidad y, sin duda, el gusto de volver a comer las verduras y legumbres de antaño.
La Fundación Julià Reig aporta los utensilios de cultivo y el equipamiento necesario. A nivel organizativo los Servicios Sociales de los Ayuntamientos velan por el buen funcionamiento de la actividad en los huertos.
Para poder cultivar un huerto el mayor sólo lo ha de solicitar y, si se conceden, se ceden durante un periodo de tiempo de un año con posibilidad de renovación.
Dadas las características de nuestro clima y de nuestras tierras esta iniciativa sería perfectamente extrapolable a la práctica totalidad de las provincias españolas y una manera muy saludable de potenciar la actividad entre las personas mayores de 65 años.