Durante este mes de Octubre han tenido lugar dos Jornadas profesionales en las que el Alzheimer y en general el tratamiento de demencias, han sido las protagonistas. Por una parte se ha celebrado en Castellón la Primera edición del Congreso Nacional del Alzheimer y por otra la Fundación SAR ha dedicado sus VI Jornadas para abordar el problema de la atención residencial a personas con enfermedades mentales.
Según datos ofrecidos por la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer ( CEAF), cerca de 800.000 personas padecen esta enfermedad en España, aunque cerca de 200.000 no están diagnosticados.
Esta cifra ciertamente elevada pone de manifiesto la importancia actual de esta patología y justifica la preocupación que existen desde diferentes sectores para que se tomen medidas para su tratamiento. Aunque los especialistas se muestran optimistas en cuanto a los avances médicos relacionados con patologías como el Alzheimer, la realidad actual es que los tratamientos actuales únicamente ralentizan la enfermedad pero no la curan.
Por su parte los familiares de estos enfermos reivindican la necesidad de que la tan esperada Ley de la Dependencia reconozca esta patología como discapacidad y cubra su asistencia. Así mismo se solicita la creación de unidades especializadas en demencias, mayor cobertura de la enfermedad por parte del sistema socio-sanitario mediante equipos multidisciplinares formados por psicólogos, geriatras y neurólogos.
Por su parte desde el sector de las residencias para personas mayores, en las que seis de cada diez residentes tienen algún tipo de demencia también se reclama una mayor intervención previa al ingreso en un centro. Según manifestó la Drta. Boada, Directora Médica de la Fundación ACE, en el sistema sanitario actual no se manifiesta interés alguno ni se dedica el tiempo suficiente al diagnóstico de la persona con demencia. Sin embargo los expertos aseguran que la detección en las fases tempranas se consigue una mejor calidad de vida del enfermo. Disponer de un diagnóstico a tiempo permite aplicar todo tipo de estrategias terapéuticas tanto farmacológicas como psicoestimulativas.
En cualquier caso es obvio el porcentaje de personas ingresadas con algún tipo de demencia ya sea neurodegenerativa, ya sea vascular no va a disminuir y por tanto las residencias han de estar preparadas para atender a las personas con problemas de demencias tanto a nivel de definición de servicios y modelo de gestión en general como en la de formación del personal. La mayoría de modelos asistenciales cuentan con unidades exclusivas para atender a este tipo de personas aunque no hay un criterio homogéneo respecto a si es interesante o no crear unidades independientes para personas con y sin problemas cognitivos.