Según ha comunicado la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales en relación con los últimos datos publicados por el SISAAD (sistema de información del sistema para la autonomía y atención a la dependencia):
En este último mes- con datos oficiales del Ministerio- hay 2.971 beneficiarios menos, 5.232 solicitudes menos, 1.274 dictámenes menos, 2.661 grandes dependientes menos y 5.344 personas con derecho reconocido menos. De lo que se deduce, que sigue existiendo una lista de espera de 176.667. Al no mantenerse la tasa de reposición, decenas de miles mueren sin la atención a la que tienen derecho. En cuanto a los servicios y prestaciones en la estadística del último mes se cerraron 411 camas de residencias, se dejaron de prestar 236 servicios de ayuda a domicilio, además de reducir en 2.142 las prestaciones económicas de cuidadores familiares. Esto supone el despido en el mes de septiembre de más de 300 trabajadores/as del Sistema de atención a la dependencia.
Según los datos publicados por el Ministerio, el Sistema de Atención a la Dependencia ha perdido 33.077 beneficiarios en lo que va de año. Es decir, en lo que llevamos de año, cada día se dejó de atender a 140 personas. La cifra total de personas atendidas asciende en estos momentos a 721.512 personas, cuando en diciembre de 2011 (recién llegado al gobierno el señor Rajoy) las personas atendidas eran 738.587. Hoy se atiende a 17.075 personas menos que cuando Rajoy fue nombrado presidente.
La demolición del Sistema de la Dependencia se produce: Impidiendo el acceso a nuevos usuarios, desatendiendo a quienes estaban a la espera aun cuando tuvieran derecho, reduciendo el número de personas atendidas y de atenciones prestadas, y poniendo al límite de sus capacidades de provisión de servicios y de gasto a las administraciones autonómicas. La financiación ha tocado techo y es absolutamente insuficiente y altamente ineficiente en el tipo de gasto que se realiza.
Todos los datos son negativos y sin embargo el Ministerio insiste en alardear públicamente de mejoras en el sistema. Resulta indignante además ver cómo el Ministerio e incluso el propio presidente Rajoy, realiza curiosas interpretaciones y declaraciones que desmienten sus propios datos oficiales. Lo mínimo que esperamos y exigimos de la información ofrecida por el Ministerio es seriedad y rigor. Lo último es, como viene haciéndose desvergonzadamente, insultar a la inteligencia, especialmente, de quienes padecen los rigores de las “mejoras” introducidas en el sistema en forma de desatención y desidia. Es indecente e inadmisible revestir con falsedades repetidas continuamente por irresponsables representantes del gobierno y del PP, lo que no es más que la destrucción planificada del sistema de atención de atención a la dependencia.