Los estudiantes se integran en la vida de la residencia, (son residenciascon apartamentos individuales o por parejas) y conviven con los mayores en régimen de vecindad, establecen relaciones naturales, se visitan, organizan fiestas, etc.
Este modelo, todavía muy poco extendido, soluciona problemas económicos en los jóvenes y rompe barreras en las personas mayores. Una buena solución para las dos partes.
En muchas ciudades españolas con universidad, las propios centros educativos a través de sus webs con iniciativas específicas, programas como Vive y Convive de la obra social Cataluña la Caixa o los ayuntamientos promueven iniciativas que se acercan a esa idea, aunque no en residencias, sino en domicilios. El estudiante alquila habitación en la casa de la persona mayor. Sale bien de precio, a veces incluso es gratuito a cambio de apoyo y compañía y la convivencia es beneficiosa para ambas partes. Es un cambio de modelo en el concepto de piso compartido, en vez de compartir con colegas, se comparte con un nuevo abuelo o abuela.
Fuente de la imagen Programa Vivir y Convivir