El programa "Desatar al ancianos y al enfermo de Alzheimer" que auspicia la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, CEOMA y que en los últimos años, de la mano del Dr. Antonio Andrés Burgueño, se ha difundido extensamente entre los profesionales de la atención a personas mayores en residencias geriátricas, ha sido noticia recientemente por dos motivos. En primer lugar, la residencia pública Virgen de Gracia de Vila-Real en Castellón, dependiente de la Generalitat Valenciana se ha convertido en la primera residencia de titularidad pública en obtener el certificado "Libre de Sujecciones", tal como leemos en El Periódic.com. Por otro lado, CEOMA ha lanzado un folleto dirigido a los familiares de los residentes para que sean ellos los que exijan a los centros la eliminación de las contenciones.
En los últimos años, y no sin polémica, la racionalización, limitación y eliminación del uso de contenciones se ha convertido en un tema obligatorio en cualquier foro que trate diferentes aspectos de la atención a mayores. En las Jornadas de Inforesidencias.com de 2011, por ejemplo, tuvimos la ocasión de escuchar un interesante intercambio de opinioes. Lo original del folleto lanzado ahora por CEOMA es que se oriente directamente hacia los famililares.
Dentro del folleto hay una parte dedicada a lo que define como Mitos y Realidades sobre las sujeciones físicas, esto es lo que aparece:
Mito: previenen las lesiones por caídas
Realidad: las sujeciones no disminuyen el riesgo de caídas, y sin embargo aumentan el riesgo de lesiones graves tras una caída.
Mito: evitar las sujeciones conlleva necesitar mas personal
Realidad: se ha demostrado en la práctica que eso no es cierto. En muchos casos se ha observado un mayor uso en centros mejor dotados de personal.
Mito: las familias exigen una seguridad absoluta en la residencia, y que se recurra a las sujeciones si son necesarias
Realidad: el centro puede ofrecer una seguridad razonable sin usar sujeciones, lo que hace más probable lograr un mayor grado de bienestar, y una mayor autonomía física, mental y psicosocial para las personas que en él viven. Los familiares informados suelen elegir que se trabaje por la calidad de vida.