Comunicado de la SEGG que advierte de las consecuencias del aislamiento de los mayores

17/08/2020

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha difundido un comunicado en el que advierte de las consecuencias de la restricción de la movilidad y el contacto social en las personas mayores que viven en residencias geriátricas. La SEGG señala que esta situación tiene «importantes repercusiones negativas en el adulto mayor, especialmente un incremento en la incidencia de síndromes geriátricos».

Las residencias para personas mayores están viendo cómo de nuevo se imponen restricciones debido a los brotes de coronavirus. Estas restricciones suponen la anulación o restricción de visitas de familiares y amigos, y también de las salidas al exterior de las instalaciones de los centros.

La SEGG advierte de que el aislamiento, «máxime entre quienes ya lo han sufrido previamente, puede suponer la pérdida de anclajes afectivos y motivaciones, y por tanto perdida de sentido de vida». Por esta razón,  «la restricción del contacto social favorece la aparición de trastornos afectivos como el síndrome de ansiedad, la distimia o la depresión».

Por otra parte, el confinamiento conlleva una limitación de los movimientos no solo para las salidas, sino en las propias residencias, que favorece «el sedentarismo y, por lo tanto, la aparición de sarcopenia (pérdida de masa y función muscular) y fragilidad». Además, se puede producir síndrome de inmovilidad e incrementar la incidencia de incontinencia urinaria o su agravamiento de la misma, si estaba ya se daba antes del confinamiento.

Son muy acusadas también las consecuencias en el plano cognitivo y conductual, pues se «rompen las rutinas habituales pudiendo agravar los deterioros cognitivos ya presentes, incrementando la incidencia de sintomatología conductual y de delirium».

Para paliar las consecuencias de estas medidas, necesarias para proteger la salud tanto de los residentes como de los trabajadores, la SEGG solicita a las autoridades sanitarias «la búsqueda permanente del difícil equilibrio entre proteger del contagio por coronavirus, los derechos de estas personas, y la posibilidad de realizar una vida lo más normal posible… Y, siempre en función de la progresión de la epidemia, solicita que se intenten facilitar al máximo los contactos sociales y las salidas al exterior». Cuando esto no sea posible, se deberán «mantener todas las vías posibles de comunicación (teléfono, videoconferencia) y sobre todo, se incremente el número de actividades físicas, sociales y ocupacionales dentro de la misma residencia, reforzando los profesionales que sean necesarios para este fin».

Como señala la SEGG, la protección de la salud pública «no solo es proteger del contagio a las personas mayores, sino también estimular la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud a través de la realización de actividad física y contacto social frecuentes».

Descargar aquí el Manifiesto de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ante las restricciones de contacto social que están sufriendo las personas que viven en residencias de mayores en la lucha contra el coronavirus, y que suponen la disminución o anulación de visitas de familiares y amigos y de salidas al exterior de los residentes.

 

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