El pasado mes de Septiembre 130 personas mayores, dependientes y perceptoras hasta la fecha de atención domiciliaria desde el ayuntamiento de Córdoba, dejaron de ser beneficiarias de este servicio. El motivo alegado por el consistorio atendía a una nueva forma de establecer quiénes eran los beneficiarios de estas ayudas, y es evidente que el trasfondo estaba asociado a la asignación presupuestaria que sustenta estas ayudas.
Esta circunstancia no habría salido a la luz pública si la Asociación de Ayuda a las Personas Mayores (Aypem) no hubiese convocado toda una serie de movilizaciones a fin y efecto de ponerlo en conocimiento de toda la población. A esta asociación se han unido otros agentes como familiares de los afectados, partidos políticos y sindicatos. Todo ello pone de relieve que cada vez es mayor la necesidad de estos servicios y la población en consecuencia está comenzando a identificarlo como un bien social al alcance la población.
Después de tres meses, las presiones recibidas en la Concejalía de Asuntos Sociales han dado su fruto y el servicio se ha restituido y ya están recibiendo atención domiciliaria los mayores que se habían visto perjudicados con la medida. Ahora bien, para ello se ha tenido que contratar nuevos servicios y consecuentemente ampliar el presupuesto municipal para esta partida. Además, como no es posible financiar con fondos públicos las ayudas que precisan el colectivo beneficiario, el Ayuntamiento ha anunciado mediante una ordenanza municipal que a partir de la fecha se recurrirá a la fórmula de la co-financiación. De esta forma la persona que reciba ayuda domiciliaria desde el Ayuntamiento deberá contribuir al coste por hora en función de sus ingresos mensuales.
La pregunta és, ¿Este problema podía haberse evitado? Evidentemente que sí, si se hubiese realizado a priori una correcta evaluación de las personas necesitadas, se hubiese planificado la necesidades y se hubiese contrarrestado con la cuantía de la partida presupuestaría que había de cubrir estas ayudas.
Es importante por tanto, desarrollar los programas municipales de atención domiciliaria, pero también lo es el realizar una correcta definición del modelo de gestión a aplicar, qué relación se establece con la empresa privada, como se va a financiar el proyecto y quien es nuestro público objetivo.