El frío pone en alerta a las autoridades para dar recomendaciones y
proteger a la población de las bajas temperaturas. En las personas mayores, el
sistema que regula la temperatura corporal pierde efectividad a medida que pasan
los años, por lo tanto, toleran menos el frío. También son más susceptibles de enfermar,
las vías respiratorias es la parte más sensible, los resfriados son frecuentes
y pueden pasar a algo más grave si no se cuida de forma adecuada.
El frío también influye en problemas circulatorios generando otros
problemas de salud.
Algunos consejos para afrontar la ola de frío.
Ante cualquier situación de hipotermia o resfriado, es mejor pedir ayuda
médica ya que las personas mayores, por la edad son más vulnerables y convertir un resfriado en algo grave o derivar en otros problemas de salud, como neumonia.
Las personas mayores que viven solas y tienen el servicio de ayuda a
domicilio o teleasistencia, a través de estos servicios pueden solicitar ayuda. En las residencias geriátricas se vigila de forma constante la temperatura, además de la alimentación.