La doctora incide en que, para que el cuidado se lleve lo mejor posible, es muy importante: aprender a delegar, planificar el tiempo, conocer la dolencia del paciente, sacar tiempo para el cuidador y cuidar de la salud del cuidador. «Todo esto se puede conseguir con la estancia temporal, dejándoles al cuidado de especialistas», explica.
En este contexto social, Sanitas cuenta con un proyecto denominado Respiro Familiar un servicio que, además de prestar atención temporal de calidad a personas mayores, con diversidad funcional o en situación de dependencia, facilita el descanso de los cuidadores familiares y les ofrece un período vacacional de desconexión, necesario para su descanso físico y emocional y que pueda seguir cuidando del familiar.
A continuación se detallan varios consejos para llevar a cabo el ingreso de un familiar.
Es frecuente que ante el ingreso del familiar puedan aparecer en las familias sentimientos y pensamientos de abandono. La doctora indica que «ejercer como cuidador requiere un esfuerzo físico y mental muy intenso y, tanto la vida del cuidador como la de las personas a las que cuidan, tendrá una mejor calidad si no se llega a lo que se denomina como "situaciones de sobrecarga”».
El ingreso no significa abandono. El traslado a una residencia no significa que se renuncia al papel de cuidador; es solo una forma diferente de cuidar. Para la doctora, «entrar en un centro es un momento de transición que puede suponer para la persona y para su cuidador un tiempo de desconexión el uno del otro». Además, recuerda que es importante la comunicación, explicarles y mostrar todo el cariño posible y trasladarles los principales beneficios de ser atendido en una residencia:
1.- Sociabilización: los mayores se van a poder relacionar entre ellos, crean amistades, salen juntos a pasear, juegan a juegos de mesa, e incluso se visitan dentro de las habitaciones.