Que las residencias para personas mayores y los centros de día realizan cada día más y más talleres con animales no es una novedad, pues está comprobado que llevar a cabo terapias con mascotas es una fuente de beneficios para los residentes: refuerza su autoestima, reduce los niveles de ansiedad, mitiga la sensación de soledad y potencia los recuerdos felices propios de otras etapas de sus vidas.

Los animales más habituales para realizar estos talleres son los que las
personas mayores podrían tener en sus hogares: perros, gatos, conejos y otras mascotas pequeñas. Sin embargo, una
residencia de personas mayores ha decidido apostar por una
terapia muy original: han llevado un
toro a las instalaciones y han dejado que los
ancianos y ancianas se montaran. El objetivo era que los residentes sintieran
nuevas emociones y utilizar el animal como
terapia de risa.
La Residencia WesleyLife Senior Community, situada en Iowa (Estados Unidos) acogió a Ole, un toro de catorce años y cuyo peso alcanza la tonelada, y a su entrenador, Jason Dent. Dent ha explicado a un medio americano que esta risoterapia con el toro resulta muy eficaz, pues permite a los residentes olvidarse de sus dolencias. En las redes sociales ya circula un vídeo en que los residentes se asombran al ver llegar el toro y, poco a poco, algunos se acercan a acariciar sus cuernos o, incluso, lo más valientes a subirse a él.
Sin duda, esta es una muestra de que la originalidad y la naturaleza no están para nada reñidas con la tercera edad.