Deterioro precoz en las personas con alzhéimer a causa del cambio de rutinas

13/05/2021

Como se ha demostrado, la pandemia por COVID-19 ha tenido un impacto muy negativo sobre los pacientes con alzhéimer. Y esta situación que se ha visto reflejada en un empeoramiento acelerado de la enfermedad y en un retraso en el diagnóstico precoz en muchos casos. 

Este será uno de los temas centrales que se va a analizar en el primer seminario web titulado «Aliados en Alzheimer», organizado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y Nutricia, la división de nutrición especializada del grupo Danone Specialized Nutrition. 

Esta ponencia se celebrará en directo el 13 de mayo y abordará las adaptaciones en el cuidado de estos pacientes debido a la pandemia de la COVID-19, los retos a los que se han tenido que enfrentar los cuidadores y las herramientas disponibles para garantizar el mejor cuidado.

La pandemia ha tenido una repercusión directa sobre los pacientes con alzhéimer o deterioro cognitivo leve, que son aquellos que están empezando con los primeros síntomas de la enfermedad. Esto se ha visto reflejado en una mayor manifestación de alteraciones cognitivas debido a la ausencia de su rutina previa y de sus actividades cotidianas (incluida la asistencia a dispositivos de apoyo, programas de estimulación, vida familiar y social, tareas cotidianas en el entorno sociocomunitario…), que en las residencias de mayores se han intentando mantener en todo momento y que les conllevaba una satisfacción personal y emocional, como la autoeficacia o la autoestima. 

También se han observado mayores alteraciones psicológicas y conductuales (agitación, trastorno del sueño, depresión…) debido a esa falta de actividad y al aislamiento ambiental propio de la pandemia y que se produjo con mayor intensidad durante el confinamiento.

Además, otro efecto colateral del colapso sanitario de estos últimos meses ha sido la ralentización del diagnóstico precoz de los pacientes con deterioro cognitivo leve. Los facultativos señalan que la detección en fases tempranas es necesaria para poder instaurar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos como los higiénico-dietéticos, que retrasan la aparición de la demencia y mejoran la calidad de vida de los pacientes y familiares. El diagnóstico temprano permite, además adaptar el entorno, reducir el estrés y evitar así la aparición de problemas afectivos y conductuales.

Quienes estén interesados en acudir a este seminario digital tienen información detallada aquí.

 

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