
El pasado 29 de abril tuvo lugar el Día Europeo de la Solidaridad entre Generaciones, un día para concienciarse de la importancia de las relaciones y la cooperación entre jóvenes y mayores, y de todos los beneficios que se derivan de estas.
Esta efeméride se celebra cada 29 de abril desde el año 2009, gracias al impulso de el Foro Europeo de Juventud y de la Plataforma Europea de Personas mayores.
Cada día más estudios avalan los beneficios derivados del intercambio generacional: las personas mayores se generan cambios positivos en su bienestar físico, psicológico y emocional. Entre otras cosas, aumentan las ganas y la motivación por aprender cosas nuevas y mejora la autoestima, y se superan situaciones de aislamiento social y sentimientos de soledad. En definitiva, se favorece un envejecimiento saludable y satisfactorio. Por su parte, entre los más jóvenes, se fomenta tanto una visión global del proceso de envejecimiento como el aprendizaje vital derivado de las experiencias y anécdotas de los más mayores.
En el contexto de la Agenda 2030, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que un compromiso con los ODS significa un «compromiso con el envejecimiento saludable y con políticas basadas en la evidencia que fortalezcan las capacidades de las personas mayores y mejoren su bienestar». En este sentido, las iniciativas y programas intergeneracionales han constatado sus efectos positivos en el fomento de un envejecimiento saludable y activo.
Tanto valora la OMS este tipo de iniciativas que continúa potenciando su iniciativa dentro de la red de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores, cuyo objetivo principal es mejorar la calidad de vida de aquellos mayores que viven en sus domicilios y en
residencias de la tercera edad.