«Científicamente hablando, el envejecimiento supone perder capacidad de fuerza y masa muscular y desarrollar enfermedades como la sarcopenia, que acaban generando la pérdida de autonomía y, por lo tanto, dificultad para llevar a cabo actividades de la vida diaria, como subir y bajar escaleras, ducharse o simplemente caminar de un sitio a otro», explica Noelia Tapia, fisioterapeuta de la residencia DomusVi Arturo Soria (Madrid).
El aislamiento prolongado que han experimentado algunas personas mayores en los últimos meses ha agravado su deterioro físico y, ahora más que nunca, necesitan revertir el impacto del sedentarismo asociado al confinamiento, así como mejorar la capacidad funcional y aprender a planificar bien el ejercicio físico.
Para hacer frente a esta necesidad, Noelia Tapia comparte cinco ejercicios que contribuyen a mantener la autonomía de las personas mayores:
Un factor determinante en este proceso es que estas rutinas signifiquen un momento de goce en sus días, retomar un viejo pasatiempo o tomar una clase para aprender algo nuevo siempre ayudará a que el ejercicio físico resulte una tarea enriquecedora tanto a nivel físico como emocional. Por ello, hay que buscar aquellos ejercicios que más agraden. «Un buen ejemplo de ello es pasear con luz solar. Este aporta beneficios como sintetizar vitamina D, de manera que conseguimos fijar el calcio en los huesos y prevenir la osteoporosis; además de prolongar el mantenimiento de un corazón sano al estar realizando deporte de una forma moderada», añade Noelia Tapia.
DomusVi trabaja en proyectos como «Deporte y envejecimiento activo», iniciativa que tiene como objetivo promover y divulgar la importancia del envejecimiento activo y los hábitos de vida saludables, para mantener la calidad de vida de las personas mayores, así como evitar el deterioro asociado a la edad y prevenir diversas patologías derivadas del sedentarismo.