DomusVi propone cinco ejercicios que contribuyen a mantener la autonomía de las personas mayores durante la pandemia

19/01/2022

España ocupó en 2021 el séptimo lugar en cuanto a países más longevos del mundo, según el Informe sobre competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial. Pero para llevar un envejecimiento saludable hay que tener hábitos saludables, entre ellos la práctica de ejercicio físico, que debe adecuarse a la edad de la persona.

«Científicamente hablando, el envejecimiento supone perder capacidad de fuerza y masa muscular y desarrollar enfermedades como la sarcopenia, que acaban generando la pérdida de autonomía y, por lo tanto, dificultad para llevar a cabo actividades de la vida diaria, como subir y bajar escaleras, ducharse o simplemente caminar de un sitio a otro», explica Noelia Tapia, fisioterapeuta de la residencia DomusVi Arturo Soria (Madrid).

El aislamiento prolongado que han experimentado algunas personas mayores en los últimos meses ha agravado su deterioro físico y, ahora más que nunca, necesitan revertir el impacto del sedentarismo asociado al confinamiento, así como mejorar la capacidad funcional y aprender a planificar bien el ejercicio físico.

Para hacer frente a esta necesidad, Noelia Tapia comparte cinco ejercicios que contribuyen a mantener la autonomía de las personas mayores:

  1. Realizar círculos con cada pierna en sentido de las agujas del reloj. Es un ejercicio que se practica sentado. Consiste en elevar ligeramente una de las piernas mientras la otra se mantiene apoyada y hacer círculos en el sentido de las agujas del reloj. Después repetir con la otra pierna.
  2. Apretar una toalla. La persona debe estar sentada y estrujar, con ambas manos, una toalla como si quisiera escurrirla. De derecha a izquierda y, después, al contrario.
  3. Inclinaciones laterales. La persona debe estar sentada, con la espalda recta e inclinarse lateralmente para rozar con sus manos la parte externa de sus piernas, sin forzar, hasta donde llegue.
  4. Abrir los brazos y abrazarse. La persona debe estar sentada y abrir y cerrar los brazos como si quisiera abrazarse a sí misma. Acompasar la respiración al ejercicio soltando el aire en la parte del movimiento en la que se hace un esfuerzo mayor.
  5. Estiramientos finales. Para terminar la serie se recomiendan estiramientos como, por ejemplo, con los brazos hacia arriba y estiramiento de piernas inclinándose hacia delante.

Un factor determinante en este proceso es que estas rutinas signifiquen un momento de goce en sus días, retomar un viejo pasatiempo o tomar una clase para aprender algo nuevo siempre ayudará a que el ejercicio físico resulte una tarea enriquecedora tanto a nivel físico como emocional. Por ello, hay que buscar aquellos ejercicios que más agraden. «Un buen ejemplo de ello es pasear con luz solar. Este aporta beneficios como sintetizar vitamina D, de manera que conseguimos fijar el calcio en los huesos y prevenir la osteoporosis; además de prolongar el mantenimiento de un corazón sano al estar realizando deporte de una forma moderada», añade Noelia Tapia.

DomusVi trabaja en proyectos como «Deporte y envejecimiento activo», iniciativa que tiene como objetivo promover y divulgar la importancia del envejecimiento activo y los hábitos de vida saludables, para mantener la calidad de vida de las personas mayores, así como evitar el deterioro asociado a la edad y prevenir diversas patologías derivadas del sedentarismo.

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