El
ejercicio físico no pasa de moda, a cualquier edad es importante, ayuda a
prevenir enfermedades físicas y mentales y si están presentes, ayuda ralentizar
otros procesos. Todos y todas anhelamos vivir una larga vida pero libre de
enfermedades. Los hábitos de vida saludables entre ellos hacer ejercicio, ayudan a disminuir o atenuar el declive funcional que se presente por el envejecimiento. Si se realiza el ejercicio físico de forma adecuada y constante trae
muchos beneficios a la salud de las personas sin importar la edad.
Para
realizar ejercicio físico no se requiere asistir diariamente al gimnasio o
convertirse en un atleta, o tener que estar en un lugar determinado para poder
llevarlo a cabo. El ejercicio físico lo podemos incorporar a nuestra vida
cotidiana del día a día. Por ejemplo, ir hacer la compra caminando, bajar y
subir escaleras, realizar tareas de limpieza en casa, bailar. En el caso de las personas mayores, lo mejor sería caminar fuera de casa ayuda a distraerse, ayuda a conocer al vecindario y ampliar las redes sociales. La otra opción es
integrarse a algún grupo donde se realice alguna actividad física y un
profesional que supervise los ejercicios o haga propuestas de acuerdo con las
condiciones de salud de los asistentes.
Los beneficios
del ejercicio físico son muchos, se mejora la autonomía e independencia, mejora
la capacidad de movimiento de las articulaciones, se refuerzan los músculos,
aumenta la capacidad respiratoria y cardiaca, mejora el equilibrio, así como
los reflejos. En cuanto a las enfermedades se pueden prevenir o mejorar la evolución
de enfermedades crónicas, la más común es la diabetes mellitus, la cardiopatía
isquémica, hipertensión arterial, sobrepeso, obesidad, osteoporosis. El estado
de ánimo mejora y más si la actividad se lleva a cabo en grupo ya que ayuda a
socializar y evitar el aislamiento, evita el estrés, mejora la autoestima ya
que a más constancia se pueden ver los beneficios.
Así
que la invitación para hacer ejercicio es para todas las edades.