EL ESPEJISMO DE LA PLENA OCUPACIÓN ESTIVAL

04/07/2004

EL ESPEJISMO DE LA PLENA OCUPACIÓN ESTIVAL
BR> Con la llegada del período estival observamos uno más de los indicadores que nos muestran que el sector residencial se encuentra en una nueva etapa. Tan sólo hace cuatro años era difícil encontrar en ciudades como Madrid o Barcelona una residencia que aceptase plazas temporales. Los centros privados estaban llenos y si tenían alguna plaza libre preferían esperar a que les pudiese llegar algún residente con la intención de permanecer en el centro. Además las residencias argumentaban que el hecho de incorporar personas con carácter temporal desequilibraba el funcionamiento del centro y requería un esfuerzo adicional para ayudar al residente a adaptarse a su nuevo entorno. No hay que olvidar el mayor que acude a los centros en verano lo hace porque sus familiares no pueden hacerse cargo de él y por tanto la residencia es una alternativa para que sea atendido correctamente. Muchas veces el mayor no lo interpreta así.

A pesar de esta circunstancia, y de todo lo que comporta un ingreso temporal, hoy por hoy las estancias temporales son un caramelo para muchas residencias, sobretodo las que de reciente apertura. No hay más que dar una ojeada a las publicaciones especiales dominicales, programas de radio, prensa local etc. para encontrar por decenas los centros que se ofrecen para cubrir estancias temporales. Unos optan por incrementar un porcentaje su tarifa, otros incluso optan por políticas comerciales de descuentos. Ahora la diversidad es enorme y la disciplina del marketing residencial empieza a ser imprescindible.

Por su parte Administraciones Autonómicas como la Madrileña o la Catalana contribuyen a potenciar las estancias temporales dentro de programas que denominan “ Programas de respiro” cuya finalidad principal es la de descargar de trabajo al cuidador informal ( familiar más próximo) para que pueda descansar durante un periodo de tiempo.

Ya existe alguna iniciativa autonómica para potenciar las estancias temporales durante todo el año para así conseguir una serie de objetivos: retardar el ingreso definitivo en residencia, potenciar el conocimiento de los centros para mayores y reactivar la demanda privada de los mismos.

Esperemos que todas estas medidas unidas ayuden a solucionar, aunque sólo sea de forma circunstancial el grave problema de comercialización de plazas que tienen muchos centros privados en alguna de las capitales de provincia más importantes de España.

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