Ante esto, y por vez primera, el Vaticano, por iniciativa
del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha organizado el primer
congreso internacional de pastoral para los ancianos bajo el título «La riqueza
de los años». Este congreso se celebra los días del 29 al 31 de enero en Roma y
reúne a unos 550 expertos y agentes de pastoral de 60 países.
En un comunicado, el Vaticano señala los objetivos del encuentro que se divide en tres sesiones temáticas la lucha contra la cultura del descarte y a «cómo la Iglesia manifiesta su rostro misericordioso permaneciendo siempre cerca de todos los ancianos»: las familias y su responsabilidad con los abuelos, «la Iglesia no puede aceptar que los ancianos se vean privados de un contexto familiar, y cuando sea así, se siente llamada a convertirse ella misma en familia para todos aquellos que viven en soledad. ¡Los ancianos necesitan una familia, y las familias necesitan a los ancianos!»; y la vocación de los ancianos en la Iglesia, «el aumento de la esperanza de vida y la mejora general de la salud han dado a tantas personas una estación más de vida: libre de compromisos laborales, pero todavía con buena salud. ¿Cómo vivir estos años cristianamente? El papa Francisco ha dicho que se trata de un tiempo nuevo que debemos inventar de alguna manera. ¡No hay jubilación del Evangelio!».
Este primer congreso internacional de pastoral de los ancianos pretende iniciar una reflexión que el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha decidido emprender para responder a las solicitudes del papa. Para para que no se pierda el conocimiento y aumentarlo, se ha creado en su seno una oficina que se ocupará de manera estable de la pastoral de los ancianos en comunicación con las conferencias episcopales.