Además de las actividades específicas que para los mayores se programen en fiestas o en certámenes, es muy interesante que se participe de aquellas que son para todos, las que permiten encuentros generacionales o disfrutar de momentos de calidad con amigos o solos.
Disfrutar de la naturaleza. Una excursión a un paraje natural con compañía o aprovechando una visita guiada, con picnic incluido, es una excelente manera de salir de agobiante y caluroso domicilio o de un día rutinario en la residencia para mayores.
Ir a un concierto. Si se fue un joven rockero, ¿por qué no disfrutar de nuevo con las guitarras y la batería?, si la pasión era la música clásica, hay muchas oportunidades de conciertos, desde sesiones matinales en auditorios a conciertos nocturnos al aire libre que pueden ser una experiencia inolvidable. El verano es una época maravillosa para que la música forma parte de nuestra vida y conciertos y festivales se multiplican por toda nuestra geografía.
¿Y ese campeonato al aire libre de ajedrez, dominó, cartas, bolos…? No hay casi ningún pueblo en nuestra geografía que no organice reñidas y amistosas batallas, que a veces pueden durar varios días, y que dan para anécdotas, conversaciones y encuentros.
Aprovechar los talleres y cursos breves que se organizan en asociaciones y ayuntamientos. A veces son solo de fin de semana, pero propician el encuentro con nuevas amistades y aprender: cómo funciona una colmena, vamos a hacer fotos, taller de cerámica, certamen de pintura rápida…
Visitar museos y lugares de interés: aprovechar los descuentos de la tercera edad para asistir a exposiciones y museos es una manera magnifica de huir del calor y estar en sitios con aire acondicionado ampliando nuestra visión del mundo.
Proponerse leer al menos un libro durante las vacaciones. Según el gusto de cada cual y, si son más, mejor.
Cambiar la rutina. Aunque siempre se realicen las mismas tareas, improvisar un menú, cambiar el paseo habitual por otra ruta, ir al cine o al teatro en vez de al parque, puede hacer más interesante ese día de la semana.
Aprovechar para cuidar a quienes se descuidan en la rutinas cotidianas, es decir, llamar a ese amigo que hace tiempo que no se ver, hacer un pequeño voluntariado o visitar a un familiar que hemos descuidado es muy gratificante.